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𝚍𝚒𝚎 𝚋𝚢 𝚢𝚘𝚞𝚛 𝚜𝚒𝚍𝚎

TW❗Mención a las autolesiones y el suicidio. Si eres sensible a este contenido te recomiendo saltarte esa escena. Tu seguridad es importante

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• 𝙾𝚖𝚗𝚒𝚜𝚌𝚒𝚎𝚗𝚝 ;

Ni Belos ni Gabriel tuvieron ni de como reaccionar cuando vieron a Hunter llegar a casa, apareciéndose como si fuera un alma en pena. El chico respiraba de manera irregular. Sus ojos se clavaban en el suelo, con una expresión horrorizada, mientras las lágrimas que brotaban de estos humedecían sus mejillas. Murmuraba palabras incomprensibles a la vez que temblaba como una hoja.

- ¿ Hunter... ? Dios mío... - fue lo único que pudo murmurar su tío.

La primera reacción del niño al verle fue deshacerse en lágrimas. Trató de hacer lo posible para explicarse, pero a penas era capaz de hilar dos palabras sin tartamudear. En seguida Gabriel acudió a la escena, pero cuando trató de acercarse al chico para calmarlo, este no dejaba de negar, sacudiendo su cabeza a la vez que decía una única frase comprensible.

- Es mi culpa - murmuraba una y otra vez, ahogándose en sus sollozos- es mi culpa, es mi culpa...

No dejaba de repetir aquellas palabras , como si alguien las hubiese grabado a fuego en su memoria.

Nadie en el mundo podía tan siquiera imaginarse lo que estaba ocurriendo en la mente de Hunter en ese momento. Todo a su alrededor era borroso y confuso, a penas siendo imágenes borrosas de lo que le rodeaba. En lo único en lo que podía pensar era en Edric. En como su sangre había cubierto el suelo la noche en la que les habían atacado, en su tacto frío la vez que se desvaneció entre sus brazos, en la desesperación de sus ojos la última vez que le vio. Todos aquellos momentos acudían a su memoria como si se trataran de fragmentos desdibujados de una vieja cinta. Inconexos. Ilegibles.

Todos los recuerdos felices que una vez había guardado como un tesoro habían sido opacados por ellos. A penas eran ya retazos de su memoria, intoxicados de por el horror de lo que había pasado durante los últimos días. Ya no era capaz de imaginarse el sonido de su risa, los pliegues de sus labios cuando sonreía. La persona que amaba se había desvanecido como si no fuera más que el humo de un incienso, dejando poco más que un aroma que ahora le resultaba amargo.

Oh, si tan solo hubiera sabido lo que pasaría a continuación nunca se habría enfadado con Edric. Le habría rogado que se quedara. Le pediría que por favor hablaran de lo que estaba pasando. Le diría que era lo más importante para él y que sin importar lo que fuera le seguiría queriendo como nunca. Y le sostendría en sus brazos, abrazándole para nunca más dejarlo ir.

Si tuviera una segunda oportunidad, Hunter haría las cosas bien.

Pero no la tenía. Y ya era muy tarde como para tan siquiera intentar arreglarlo.

Y era su culpa.

- Es mi culpa... - seguía repitiendo una y otra vez entre delirios.

Agonizando en su propia frenesí , el chico no es capaz de distinguir el momento en el que es llevado a su cama, pero en el momento en el que su piel entra en contacto con las sábanas siente como se desmaya.

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Hunter pasó dos largas horas de sueño rodeado de pesadillas. Una y otra vez se despertaba con el mismo sueño, para de nuevo volver a dormirse sin recordar nada. Soñaba que tenía a Edric frente a sí. Sonriendo como solía hacerlo. Mirándole con ojos tiernos. Pero cada vez que se intentaba acercar para intentar tocarle, este se deshacía entre sus dedos, convirtiéndose en nada más que un puñado de cenizas negras.