» ᴅᴇᴍᴇɴᴛɪᴀ « | goldric ; hundric

» 𝚝𝚠𝚎𝚕𝚟𝚎 ; 𝚜𝚘𝚞𝚕𝚖𝚊𝚝𝚎𝚜 «

» 𝚝𝚠𝚎𝚕𝚟𝚎 «

𝚜𝚘𝚞𝚕𝚖𝚊𝚝𝚎𝚜

» • 𝙴𝚍𝚛𝚒𝚌 ;

Me gusta Hunter.

Me gusta al enredar los dedos en su cabello siempre despeinado. Me gusta cuando esta muy concentrado y frunce el ceño sin darse cuenta. Me gusta porque es una persona realmente dulce, aunque trate de esconderlo. Me gusta cuando sonríe, aunque rara vez lo hace. Su sonrisa es melosa, transmite calma y paz.

Siempre supe que me agradaba, desde la primera vez que lo vi. Podía sentirlo tenso cada vez que me acercaba a él. Siempre parecía estar alerta, como si algo lo estuviese acechando. Pero poco a poco empezó a relajarse, mostrando un lado tranquilo y pacifico. Y cuanto más se abría más me gustaba. Ojalá el se viera como lo veo yo. Hunter no sabe el cambio tan grande que supuso para mí. Durante el tiempo que hemos estado juntos he cambiado, y se que el también. Hemos aprendido el uno del otro, y sobre todo acerca del otro.

Sé que a Hunter le cuesta articular emociones a veces, porque es como si el mismo se privara de sentirlas, por temor a molestar a alguien con ellas. Tiene miedo de que le vean llorar, tiene miedo de mostrar debilidad ante alguien. Allá donde va se siente un estorbo. Por mucho que intento incluirlo en mis planes con otros amigos, él siempre se queda apartado. Aprecia el cariño y el contacto de otras personas, pero tampoco se atreve a pedirlo. No siente que lo merezca.

Sé todo eso por la manera en la que actúa y se esconde del resto. Pero al mismo tiempo también sé un millón de cosas bonitas de él. Se que es cuidadoso y ordenado en todo lo que hace. Es realmente inteligente, aunque trate de minimizarlo. Es cauteloso con todo lo que dice. Es atento, se preocupa en exceso por la gente que le importa y se esfuerza demasiado no decepcionarles nunca. También sensible y dice cosas realmente lindas aunque no se de cuenta. Por Dios ¡Si todo él es precioso! La manera en que sus ojos vagan cuando está despistado, o la forma tan perfecta. Su tez está salpicada de pecas diminutas que se pueden apreciar bajo la luz. El tacto de sus manos es tan suave y cálido que podría derretirme bajo el. La manera en la que sus dedos surcan mis mejillas haciéndome cosquillas...

- ¿En que piensas? - pregunta su voz dulce.

Abro los ojos para encontrarme frente a su rostro apacible frente al mío. Tengo la cabeza recostada sobre su regazo, mientras que él está senado cruzando las piernas, por lo que tiene que inclinar un poco la cabeza para mirarme de frente. Algunos mechones de cabello dorado se desperdigan sobre su frente en el proceso.

Yo esbozo una sonrisa y él timidamente hace hace lo mismo.

- ¿hm...?

- Solo divagaba... - murmuro a la vez que intento colocar los cabellos de nuevo en su sitio.

- ¿ Sobre qué... ?

Dejo de acariciarle el pelo y miro hacia la puerta con algo de recelo. No sería conveniente que mis padres decidieran entrar por la puerta justo ahora. Cuando estaba ingresado en el hospital no solían hacerlo, pero ahora que vuelvo a estar de alta mi madre lo hace de vez en cuando para revisar que "todo está bien". Extrañamente lo hace con más frecuencia cada vez que Hunter viene a casa.

- Sobre ti...

Su sonrisa de desvanece a la vez que sus mejillas se vuelven de un color carmesí intenso. Suelto una risita sin poder evitarlo. Es muy fácil avergonzar a Hunter.

- ¿De que te ríes? - intenta sonar molesto pero él también se está riendo.

- Es que eres muy tierno - él se sonroja más y yo suelto una carcajada.

- Y tú un insoportable - sigue riéndose mientras me da un empujón suave en el hombro. Permanecemos así durante un rato más. Son momentos como estos los que me hacen sentir esa conexión especial entre Hunter y yo. Que me hacen saber que nada es lo mismo cuando él está. Y que nada será lo mismo tampoco si él me falta.

- " Él es la mitad de mi alma, como dicen los poetas." - recito en voz alta casi sin darme cuenta. Hunter arquea una ceja, en una expresión de confusión. - Es una frase de un libro.

- ¿ Desde cuando lees ?

- ¿ Me estás diciendo bruto ?

Ambos nos echamos a reír otra vez.

- No es eso, pero me refiero a que jamás te he visto leer para algo de clase. Por hobby, quiero decir.

- Pude... Pero es una frase bonita. De alguna manera me acorde de ella. - hago una pausa - La dice Patroclo

- ¿Hablando de quién?

- De Aquiles. Eran amantes. - Él no dice nada, así que sigo recitando las partes que recuerdo. - "Me basta con un simple roce o su olor para identificarlo. Y si me quedará ciego podría reconocerlo por el modo en el que respira o por como sus pies tocan el suelo. Le reconocería incluso en la muerte. "

Otro pequeño silencio. Aprovecho el momento para recostarme en la cama y Hunter hace lo mismo a mi lado. Ambos nos quedamos mirando al techo.

- Es lindo... - susurra. Yo asiento con un murmuro.

- ¿ Crees en las almas gemelas?

Se encoge de hombros.

- No lo se... ¿ Y tú?

Vacilo un momento mientras giro la cabeza en su dirección. Él imita esta acción y los dos nos quedamos observando nuestros reflejos en los ojos del otro. El último rayo de sol de la tarde de invierno se cuela por la ventana e incide directo en sus mechones platinados, haciéndolos más claros y brillantes.

- Creo que si.

Otro ratito de silencio. Cierro los ojos, inhalando profundamente y expulsando él aire con calma.

- ¿ Como termina la historia?

- ¿Hm?

- La de Aquiles y Patroclo ¿Cómo termina?

- Oh... Bueno, Patroclo muere.

- Oh. - vuelve a acomodarse boca arriba. Con las manos descansando sobre su pecho, que sube y baja al compás de su respiración.

- Él sabía que Aquiles iba a morir en la guerra, porque la profecía de su madre se lo había dicho. Así que decide sacrificarse por él, yendo a pelear en su lugar.

- Que triste...

- Lo es. Es una historia muy triste, pero muy bonita después de todo. Una historia de amor

- Y de sacrificio...

Otro silencio.

- ¿ Serías capaz de dar la vida por alguien que amas tanto ? - No se cómo se me llega a ocurrir la pregunta, pero se escapa en mis labios como si estuviese esperando para ser formulada. Hunter no dice nada durante unos minutos. Sus ojos permanecen clavados en el techo, divagando, fantaseando con la idea, imaginándolo.

- Sí - responde después de unos segundos. Su voz suena firme, no titubea ni duda en ningún momento. - Pero tendría que ser alguien a quien ame de verdad... Romántica o platonicamente, no se...

- ¿ Algo así como tu alma gemela ? Puedes tener un alma gemela de forma platónica.

- Supongo que sí. Creo en las almas gemelas

•*¨*•.¸¸♪

N/A: No me convenció este capitulo demasiado, pero hace tiempo que quería hacer algo así, con Edric narrando su relación con Hunter desde su punto de vista. Espero que os haya gustado de todos modos, ademas de meter una referencia a mi libro favorito ajdbdjdb