» 𝚎𝚕𝚎𝚟𝚎𝚗 ; 𝚗𝚎𝚠 𝚢𝚎𝚊𝚛 «

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𝚗𝚎𝚠 𝚢𝚎𝚊𝚛

» • 𝙷𝚞𝚗𝚝𝚎𝚛 ;

Los cinco días siguientes al veinticinco de diciembre se pasaron tan deprisa que a penas me dio tiempo a procesarlos. Continuaron las visitas al hospital y afortunadamente no hubo más accidentes como la anterior vez. Todo seguí igual de quieto y pacifico. Y yo no quería romperlo. Ni él ni yo volvimos a hablar de lo que había pasado aquella noche, así que yo finjo no recordarlo tampoco.

Volviendo al punto, tampoco es como si tuviera algo que hacer en nochevieja. Como siempre, mi tío no estará en casa, y habría seguido el mismo protocolo que en nochevieja de no ser por otra fortuita invitación. Esta, sin embargo, no fue de Edric ni su familia, principalmente porque este seguía ingresado y supongo que sus padres se quedarán con él. Así que esta vez fue la señora Noceda quien me dijo de pasar la noche con ella y Luz. Se quedó bastante disgustada cuando le dije que acostumbraba a estar solo el los festivos.

- ¿ Cómo voy a dejar que pases nochevieja solo, cielo? - me dijo mientras me revolvía el cabello, lo cual era algo que acostumbraba a hacer bastante. - ¿ Por que no te quedas con nosotros mejor? Estoy segura de que Luz le encantará que estés allí, no deja de revolotear a tu alrededor.

Me quede sorprendido, pero no disgustado. Esa señora ha estado tratándome como si fuera su hijo desde que nos conocimos, y era cierto que mi presencia tampoco parecía incomodarle a su hija.

- No te preocupes, yo se lo preguntaré a tu tío- me guiñó el ojo y me dedico otra de sus sonrisas dulces.

Estuve por decirle que no hacía falta que le avisara, pero en vez de eso le dije que lo haría yo mismo. Mi tío reaccionó justamente de la manera esperada. Primero enarco una ceja, haciendo una mueca de extrañeza. Casi podía oírle sus pensamientos " ¿Por que cualquier persona bajo la faz de la tierra querría tenerte en su casa? " Acto seguido se limitó a encogerse de hombros, dando a entender que le daba igual y continuó con lo que fuera que estuviese haciendo.

Así que ahora me encuentro en la cocina de la señora Noceda, ayudándole (o al menos intentándolo, no es que yo tenga grandes dotes culinarios) a terminar la cena. Ella insistió en que no hacía falta, pero después de todo es lo mínimo que puedo hacer. Se me hace extraño no encontrar a Luz deambulando cerca de nosotros, pero según me había dicho su madre, no llegará hasta un poco más tarde, ya que estaba fuera con una amiga. Así que los únicos sonidos que se escuchan en la cocina además de nosotros son los cuchillos contra la tabla de cortar acompañado de la emisión de canciones de los 80' y 90' de la radio

- ¿Y siempre has pasado las fiestas solo, cariño? - pregunta mientras preparaba una bandeja con papel de horno.

- Casi siempre, desde que vivo con mi tío. - respondo al mismo tiempo que me peleo con una patata (en mi defensa diré que son más difíciles de pelar de lo que me esperaba en un principio) - Casi no está en casa por trabajo, sobre todo en festivos así.

- Entiendo...¿ Y hace mucho que vives con tu tío?

- Diez años - la patata esta empezando a tomar una forma extraña. - Desde que murieron mis padres.

- Oh...

Un repentino silencio me da a entender que tal vez no debería haber dicho eso.

- Pero estoy acostumbrado - trato de arreglarlo como puedo - mi tío siempre ha sido así, a su manera. Aún así se que me quiere.

"Supongo" quiero añadir.

A decir verdad, si mi tío me quiere nunca lo da a entender. A medida que me hago más mayor lo único que hace es tratarme como si fuera un estorbo en su vida. Lo cual es probablemente lo que pasa. Con el tiempo me acostumbré a su sequedad y su falta de tacto. Tanto que la adapte como parte de mi. Hasta yo mismo empiezo a pensar que en realidad no soy digno de su cariño. Ni del de nadie.

» ᴅᴇᴍᴇɴᴛɪᴀ « | goldric ; hundric Donde viven las historias. Descúbrelo ahora