5- Descubriendo

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Mucho que enseñarte...

No podía dejar de repetir esas palabras en mi mente.

Ni podía olvidar sus labios, su increíble lengua... 

Tuve que tomar una ducha de agua fría para ir a dormir, por que sin duda, mi cuerpo pedía más, yo quería más.

Había algo oscuro que él ocultaba, podía verlo, ¿Pero qué? ¿Por qué se fue con dolor en los ojos cuando le pedí que me mostrara más?

Y quería averiguarlo, algo en él era tan seductor, que de alguna forma, desde que lo conocí, sabía que lo seguiría hasta que el mundo diga basta, ni siquiera cuando le dije que no me volviera a hablar más, me lo creí.

Así que cuando le pedí a Janice que cuidara de Milo una vez más esta noche a la mañana siguiente, ella casi gritaba de felicidad. Adam le agradaba mucho, o quizá pensaba que me casaría con él y tendríamos la familia que ella tanto desea para Milo y para mí, cosa que me hacía negar con incredulidad cuando lo pensaba, era muy absurdo... ¿Verdad?

Cuando me despedí de todos cerca de las cinco para ir a alistarme, no tenía ni la menor idea de a dónde Adam me llevaría, ni siquiera sabía qué usar.

Pero al final me decidí por un vestido viejo rojo que tenía, ni muy formal ni muy casual, esperando que sea adecuado a la ocasión, y sin más, con el corazón palpitándome a mil por volver a verlo, lo espere con ansias caminando por todo el apartamento. 

En lo que esperaba, regué las plantitas que había alrededor de las ventanas en la cocina y en la sala, y hasta limpié mi cómoda llena de chucherías así como mi habitación, nunca encontraba tiempo para hacerlo y ahora parecía tener demasiado. 

Entonces en la puerta se escucharon tres toques y casi derramo agua por todas partes. Tuve que tomar aire para ir a abrirle y fingir que no estaba emocionada por verlo.

-Hola- saludé con una sonrisa.

-No dejas de sorprenderme, luces fantástica- dijo en cambio con una sonrisa de lado y se inclinó a darme un pequeño beso en los labios- ¿Nos vamos?- dijo ofreciéndome su codo.

-Aún no me haz dicho a donde- dije tomando mi abrigo para luego tomar su codo y cerrar la puerta.

-Es una sorpresa, ya verás- me guiñó un ojo antes de que bajáramos.

En el camino tuvimos una grata conversación sobre todo un poco, Adam preguntó por Milo y cómo le iba en la escuela y cómo iban las cosas en el café.

-Su cumpleaños es el viernes, y estás invitado- dije haciéndolo sonreír- No para de hablar de eso, desde que lo ayudaste con su tarea quiere que vayas, Chuck y Janice ponen un aviso una semana antes de que el café va a cerrar ese día por evento familiar, así que te lo advierto, muchos niños y azúcar, no será una cena romántica- me reí.

-No me lo perdería por nada del mundo- dijo riendo pero al segundo su expresión cambió- Oh no-

-¿Oh no qué?- dije curiosa.

-Ese día tengo el juicio, maldición- dijo entre dientes.

-Oh... no te preocupes, solo ven si alcanzas a hacerlo, Milo entenderá- 

-Pero en verdad quiero ir- dijo frustrado negando con la cabeza.

-Está bien, en verdad, no te preocupes, le explicaré- dije poniendo una mano sobre la suya, su expresión cambió un poco pero seguía frustrado.

Finalmente, unas cuantas canciones después, salíamos casi de la ciudad hasta que se estacionó en un hotel cinco estrellas, en el que nunca pensé entrar.

Broken Soul / 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora