Durante los días siguientes, hice todo lo que Garret y Adam me habían pedido, me quedé al margen en la casa de los Benavent con Milo, al que en la escuela Adam fue a justificar que estaba muy enfermo y le traía las tareas en casa. Cada noche venía y lo ayudaba con su tarea, para luego ir a dormir los tres juntos en la cama, y sin duda, mi amor por él crecía tanto que pensaba que mi corazón podía explotar.
Hasta que una mañana, no me detuve a pensar en que Mara probablemente estaba sola o ayudaba a Garret, hasta que recibí una llamada de ella.
-¿Hola?- respondí extrañada al número desconocido.
-¿Grace? Hola, es Mara-
-Mara, ¡Hola! ¿Cómo estás?- dije en una risita nerviosa, no me esperaba oírla.
-Bien, muchas gracias, ¿Cómo estás tú?-
-Muy bien, gracias, eh, ¿Sucede algo?- dije sabiendo que no llamaba solo para preguntarme eso.
-Eh no no, todo está bien, solo llamaba porque... bueno, los chicos salieron a ver a unos informantes, como lo hacen hace días y... bueno, yo ya recorrí cada calle de por aquí y no sé muy bien qué hacer sola- se rió nerviosa- Me preguntaba si conocías algún lugar que me distrajera o algo parecido-
Me sorprendí un poco al notar el nerviosismo en su voz, pero al mismo tiempo, sentí vergüenza de mi misma, la pobre vino aquí para ayudarme y yo ni siquiera le mandé un mensaje para saber cómo estaba.
-Eh sí, conozco algunos lugares, pero... ¿Por qué no vienes aquí? Bueno, no hay mucho para entretenerse pero podríamos ver una película o tener una sesión de spa- me encogí de hombros aunque sabía que ella no podría verlo.
-¿En serio?- dijo emocionada que me hizo sonreír- Eh, ¿Pero no te molestaría? Digo, Milo está contigo y yo no quiero ser inoportuna-
-Por supuesto que no, Milo está muriendo por conocer a su tía Mara y a su tío Garret, desde que llegaron Adam le ha contado todo sobre ustedes- sonreí recordando lo emocionado que estaba Adam cada vez que los mencionaba y le contaba a Milo historias como si fueran un cuento fantástico que hacían a Milo suplicar por conocerlos.
-Eh... gracias- mi corazón se encogió al escuchar su voz romperse- Eso sería estupendo Grace, yo también quiero conocerlo, Adam no para de hablar de ustedes, estaré ahí en un santiamén-
-Excelente, te esperamos- dije por último antes de colgar- Hey cariño, ¿Quieres conocer a la tía Mara?- dije a Milo que jugaba en los columpios en el patio.
-¡Sí!- gritó feliz dando saltitos.
Fui a la cocina a preparar café y ver si aún había cupcakes que preparé ayer, cuando tal y como había prometido, unos minutos después Mara tocaba a la puerta.
-¡Hola Grace!- dijo feliz antes de abrazarme.
-¡Hola!- dije recibiéndola igualmente- Vamos, pasa, Milo está en el patio-
-Te traje esto- dijo dándome una botella de vino blanco- Y le traje esto a Milo- me enseñó una bolsa de papitas, las favoritas de Milo- ¿Las puede comer verdad? Sino, puedo ir a buscar otra cosa-
Me reí de su preocupación, era muy tierna- Claro que sí, no te preocupes, y muchas gracias, la tomaremos en el almuerzo, ¿Te quedas a comer verdad?-
La pregunta la tomó de sorpresa-¿Enserio?- dijo feliz- ¡Por supuesto! Gracias- se rió como si no pudiera creerlo.
-Vamos, Milo está muriendo por conocerte- cabeceé con una sonrisa para que me siguiera y apenas salimos al patio, Milo dejó sus juguetes y corrió hasta nosotras- Cariño, ella es la tía Mara, anda, saluda- lo animé para que dejara su pequeña timidez cuando conocía a alguien nuevo.
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Broken Soul / 18+
RomancePaz. Eso era todo lo que querían, todo lo que buscaban. Uno, se alejó de todo para conseguirlo. La otra, ocultaba un secreto para intentarlo. Grace Keller no lo sabía, pero tenía tanto en común con Adam Henderson, el extraño que en un día más de tra...