8- Una verdad

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Janice se quedó perpleja al verme con Milo en brazos, bajando de un taxi con algo de temor, corriendo hacia la cocina del café, pero luego su expresión fue de cansancio, rodando los ojos.

-¿Otra vez?- dijo poniendo las manos en las caderas.

Solo suspiré, rodando los ojos.

-Bien, no quieres hablar, toma- dijo buscando las llaves de su casa entre sus bolsillos- Ve- dijo por último antes de girarse a atender a más clientes.

Casi corrí hasta su casa, y al llegar, Milo que ya estaba por quedarse dormido, no hizo ninguna pregunta y se durmió en la habitación que solía ser de Randy y que ahora era para Milo cuando se quedaba a dormir aquí. 

Yo mientras tanto, fui a hacerme una taza de té, sintiendo como mi celular vibraba una y otra vez en mi bolsillo.

Maldición, soy una estúpida.

Me senté en el patio, pensando todo lo que pasó en tan solo un día, hasta que Janice y Chuck llegaron, él solo me dio un beso en la mejilla y fue a su habitación, Janice se limitó a ir a la cocina y hacer cualquier cosa, con clara desaprobación en su cara.

-No me mires así- dije entrando en la cocina.

-No te miro de ninguna forma- dijo preparando otra taza de té.

-Por favor Janice, no sabes lo que pasó- dije cansada.

-¡Pues cómo voy a hacerlo si no me dices nada!- exclamó casi golpeando tu taza contra la encimera.

Suspiré, creo que era hora de contarle lo que había pasado entre Adam y yo hasta ahora. Me senté en la mesa del comedor y le conté a grandes rasgos las razones que me hicieron salir de allí a toda prisa, claro, no mencioné las partes en que tuvimos sexo, que no era del todo sexo, bueno, ya me entiendes a qué me refiero.

-Grace, ya te lo dije, debe haber una buena explicación para todo, seguro iba a hacer algo con esas fotos, pero no, saliste corriendo como la última vez- dijo negando con la cabeza.

-¿Y qué querías que hiciera? ¿Ignorarlo y seguir como si nada luego de que me haya contado que se enamoró de ella y ella lo dejó por su mejor amigo?- dije frustrada.

-¡Te dijo que ya no la ama y que está feliz por ellos! Hasta te nombró su novia por Dios santo- dijo rodando los ojos- El pobre ha de estar desesperado por que volviste a salir corriendo-

-No salí corriendo- dije en voz baja.

-¿Y qué hiciste eh? ¿Preguntarle bien? Por favor Grace no me hagas reír- tomó un sorbo de su té sin dejar de negar con la cabeza- Vas a llamarlo y quedarán en verse-

-Pero-

-¡Pero nada!- me amenazó con un dedo- Estoy harta de verte huir a la más mínima señal de felicidad en tu vida, mira cómo trata a Milo, mira cómo te trata a ti, sus sentimientos no son una mentira y deja de ponerlo en duda, lo vas a llamar, hablarán y si ahí ves que no hay solución, pues lo dejas, pero no antes, punto- dijo con su mirada asesina, que nunca te daba oportunidad de darle la contraria porque simplemente no debías, y se levantó para ir a su habitación.

Mierda, tiene razón.

Junté todo el coraje que tenía, y saqué mi celular que no me había animado a mirar, tenía unas seis llamadas perdidas de Adam.

Fui al patio, me senté en una de las sillas y largando otro suspiro, marqué su número, y contestó al instante.

-Grace, por Dios, ¿Qué demonios?- dijo claramente enojado.

-Eh yo... tuve que salir, lo siento, debí haberte avisado-

-¡Y mierda que debiste! No sabes el susto que me llevé, ¿Dónde estás? Fui a tu apartamento y no estabas ahí-

Broken Soul / 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora