-BDSM- dijo mientras masajeaba mis muñecas suavemente- Las siglas de Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo, y no, eso no significa que hago todas ellas- agregó con una risita al ver mi cara de asombro- Se trata de un montón de disciplinas, tu vas viendo qué te gusta más, yo soy un dominante, me gusta tener a mi control a una sumisa, y tu eres una- sonrió de lado malévolo.
-¿Lo soy?- pregunté aún más atónita.
-¿No te consta?- se rió- Una sumisa hace exacto lo que tu hiciste, seguir mis órdenes por que sabe que solo se llevará un gran premio después- dejó mis muñecas y luego tomó uno de mis tobillos para darle un masaje- Aunque tengo la sensación de que eres una switch, alguien que puede ser tanto una dom como una sumisa, pero en definitiva eres una bratty, una sumisa que no quiere comportarse a veces- me guiñó un ojo y yo largué una risita.
-¿Y las demás siglas? ¿Sadismo y masoquismo? ¿Te gusta algo de eso?- dije más curiosa que atónita.
-No, lo mío no es nada de infringir dolor, verás, hay una delgada línea entre el placer y el dolor, y en el sadismo y masoquismo eso no existe, se infringe dolor hasta ver sangre, hay gente a la que le gusta, es su fetiche, no juzgo- se encogió de hombros- Pero no es lo mío, dar nalgadas, si a ti te gusta, cachetadas, azotes con fustas- dijo subiendo sus masajes aún más por mi pierna- Se obtiene un gran placer cuando se hace bien, pero nunca hay que pasar los límites de ninguna persona, por se tiene una palabra de seguridad y se establecen los límites entre las dos personas-
-¿Cómo? ¿Se escribe o algo así?-
-Algunos que no están involucrados románticamente sí tienen un contrato, por ejemplo cuando un dom provee atenciones a la sumisa, le da un monto mensual o cosas, depende de cada uno, a cambio la sumisa le da todo su control al dom-
-Todo su control...- dije pensativa- Suena...-
-¿Peligroso? Solo si no confías, Grace, el BDSM es todo sobre conceso, todo lo que hagas tiene que ser consentido, si dices que no es no, si dices que sí es sí, y nadie tiene que pasar tus límites, eso sería directo violación, anula el contrato y puedes demandar-
Asentí con la cabeza lentamente- Entiendo... es parte de ti, puedo verlo, lo que no entiendo es porque... te alejaste de eso, no puedes ignorar quien eres- dije recordando como se restringía cuando yo quería llegar a más.
Antes eso, el paró de darme el masaje, su mirada se oscureció un poco y miró a un punto en la habitación- Tuve muchas sumisas desde que supe que era un dom, pero no nos relacionábamos románticamente, era por contrato, y ninguno debía de pasar los límites o se anulaba, al principio terminaba con ellas porque o ellas consiguieron una mejor oportunidad de trabajo y se mudaban de ciudad, o simplemente ninguno de los dos ya no quería nada con el otro, eso hasta... mis dos últimas sumisas, cuando salí de Londres y fui Miller & Associates, cometí el error de meterme con mi asistente, se llamaba Victoria, y como tú, ella no sabía nada del BDSM, yo la introduje en eso, era muy inocente, demasiado, y aunque teníamos un contrato, ella lo interpretó como algo más, y terminó diciéndome que... me amaba, yo no estaba listo para ello, para mi ella era lo que era... un contrato, nunca la vi de otro modo, así que terminé el acuerdo, le dije que podría seguir siendo mi asistente, pero ella no lo tomó bien, empezó a esparcir rumores en la firma, de que la maltrataba en horarios de trabajo, hablo de golpes, y eso dejó una mancha en mi reputación, ella sabía que no debía de hablar del contrato, o una demanda muy fuerte le caería encima, pero luego empezó a querer darle a la prensa la verdad y casi la demando, al final todo terminó en un acuerdo de despido y no volví a saber de ella, meses después me entero que ella era la principal columnista en un diario sobre mí, cada rumor, cada cosa que inventaba, era sobre mí, tuve que sacar el diario muchas veces de venderse, y luego me puse a buscar otra asistente... y llegó Mara- se aclaró la garganta con miedo de ver una reacción mía, pero no la había, en verdad estaba muy curiosa por saber más- A diferencia de Victoria, Mara ya era una sumisa, pero una que nunca tuvo un dom, lo supe desde el momento en que llegó a la oficina-
-¿Nunca tuvo un dom? Quieres decir que ella era...-
-Virgen, sí- asintió con la cabeza con pesar- Y ante eso yo... perdí la cabeza, luego pasó lo de fingir que era mi prometida, y antes de que me diera cuenta, la estaba entrenando para ser mi sumisa, habíamos pasado por mucho, pero no sabía que ella... se estaba enamorando de mí, hasta que me lo dijo y no... lo pude aceptar, no podía, todo lo que conocía se regía con contratos, y con Mara jamás lo tuve, entonces ella se fue y... bueno, conoció a Garret, que es lo opuesto a mí, él sí tiene corazón, y no ayudó el hecho de que también es un dom, bueno, el más bien es un amo, y busca a su esclava... buscaba-
Ahora tenía todas las respuestas, todo encajó con eso, ahora entendía por qué Mara marcó tanto en su vida, a pesar de todo lo que me había contado él nunca tuvo cariño en su vida, ella fue la primera que le mostró eso sin darse cuenta, y luego el hecho de que era virgen, por lo que me contó tenía sentido, una sumisa dando todo su control a su dom... seguro que cuando Adam se enteró de ello perdió la cabeza en más de un sentido, seguro sentía que ella le pertenecía... y cuando se fue, fue devastador... tanto para él como para ella... ahora me sentía un poco mal por haberla llamado perra... solo un poco.
Me estiré y lo tomé por la cara para que me viera a los ojos- No digas eso, tienes un enorme corazón Adam, eres gentil, amable, maravilloso, todo el que te conoce lo sabe- dije sintiendo mi corazón añicos por su expresión triste.
Él se inclinó hacia mi tacto y cerró los ojos, dejando salir un suspiro, y cuando los volvió a abrir, sus ojos estaban llorosos- No lo sé Grace, nunca supe lo que era, nadie jamás me había enseñado lo que era, amar y ser amado, ya conoces la historia de mi vida, así que cuando ella me lo dijo la dejé ir sin saberlo... sin saber que también me había enamorado de ella, y a pesar de todo, me ayudó con toda la sarta de tonterías que fue el compromiso hasta que terminé con el caso de Mako y encerramos a sus asesinos, ella había elegido quedarse con Garret y me fui, debía de hacerlo, y me prometí que no volvería a ser un dom, que quizá no era para mí, pero mierda- se rió negando con la cabeza- Te conocí y mi mundo se volvió difícil, solo podía imaginar miles de escenarios donde te hacía mía, y como huía de ti, nunca me imaginé que sería al revés y ni siquiera habías conocido esa parte de mí- se rió negando con la cabeza.
-Te lo prometí- dije haciendo que me volviera a mirar- No volveré a huir, porque no quiero hacerlo, quiero estar contigo Adam, si me dejas-
-¿Dejarte?- dijo atónito tomándome en sus brazos- Soy yo el que tiene que decir eso, ¿Aún quieres estar conmigo... luego de esto?-
-Esto solo me hace querer estarlo más- me reí acariciando suavemente su cara- Me mostraste esta parte de ti, confiaste en mí tanto como yo en ti, y lejos de asustarme, solo quiero aprender más, sobre ti, sobre nosotros- pasé mi mano por su cabello y él cerró los ojos, en paz- Quiero estar contigo porque... me estoy enamorando de ti- dije con un nudo en la garganta.
Adam abrió los ojos con sorpresa, esperaba ver terror, pero... su boca se contrajo en una sonrisa enorme, tan preciosa que me hizo reír- ¿Enserio? ¿Tú de mí? Yo...- y no terminó de hablar porque me empezó a dejar miles de besos en la cara que me hicieron reír- Dios mío Grace, ¿A qué santo del vudú le tengo que rezar por esta bendición?- se rió con sus ojos iluminados por tanta alegría- Yo no quería decir nada por que dije que ibas a salir corriendo, pero... desde que te vi yo... solo me enamoré, no hay otra explicación más, solo te vi y... me enamoré- sonrió haciendo que mi corazón saltara de felicidad.
Ya no tenía dudas, él tampoco, ninguno de los dos volvería a huir, y Dios, es maravilloso.
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Broken Soul / 18+
RomancePaz. Eso era todo lo que querían, todo lo que buscaban. Uno, se alejó de todo para conseguirlo. La otra, ocultaba un secreto para intentarlo. Grace Keller no lo sabía, pero tenía tanto en común con Adam Henderson, el extraño que en un día más de tra...