🥀 ๑ೃೀ...﹙ʚ: 𝑨𝒄𝒆𝒑𝒕𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒐𝒔 𝑽𝒖𝒍𝒕𝒖𝒓𝒊'𝒔 :ɞ﹚
❛ es magnífica la naturaleza
de unos trillizos... En especial
la de tres híbridos que se
buscaban a la lejanía, como
piezas incompletas buscando
su propio rompecabezas ❜
────D...
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Pobre oreja de George
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Amadeo dejó a Jane en un lado donde se suponía debía patrullar, aún que sabía que la rubia lo usaba de excusa para evitar estar cerca del clan Cullen. Después de eso salió corriendo en busca de sus hermanas para contarles la noticia. Primero fue a por Alessia quien estaba en la cabaña.
Entró pasando de largo a todos, sólo iba con una sonrisa de bobo enamorado en busca de su hermana para decirle que se estaba por casar con la mujer de su vida. Entró a la habitación de su hermana empezando a hablar eufórico.
- ¿Recuerdas cuando me dijiste que no me ilusione con Jane? Pues nos vamos a casar, le propuse mat... - Pero se detuvo al verla levantar la vista para verlo
Su hermana estaba sentada en la cama, acurrucada contra el respaldo, con lágrimas saliendo de sus ojos que estaban un poco rojos debido al llanto.
- Oh, Amadeo - Se limpió el rostro intentando forzar una sonrisa - Eso es genial
- ¿Qué sucedió? - Preguntó cambiando su expresión a una sería, ignorando la felicitación de su hermana
- Nada, nada importante, ahora hay que fijarnos en tú boda, digo a Jane no le va a gustar un festival enorme, pero padre va a... - Hablaba normal pero se detuvo al ver el rostro de su hermano - Estoy bien
- ¿Que sucedió? - Repitió sin cambiar su expresión
Alessia podía encerrase en su habitación, fingir una sonrisa, hacerle creer al resto que estaba en perfecto estado pero con Amadeo no. Hasta la mentira mejor elaborada era descubierta por el, nunca era capaz de mentirle por mucho tiempo. Ni siquiera cuando le ocultó lo de Demetri, le costaba demasiado mentirle, y sólo pudo hacerlo porque el estaba embobado con Jane.
Amadeo miró a su hermana esperando una explicación del porque estaba llorando, no le gustaba esa imagen, no le agradaba. Se acercó hasta sentarse frente a ella viendo como poco a poco sus ojos empezaban a aguarse otra vez.
- Tengo miedo - Admitió quebrandose en llanto
Se apresuró a abrazarla, dejándola llorar con el, era tan extraño verla llorar de esa manera, tan rota, de manera tan fuerte. Lo único que ella hacía era soltar dos lagrimas rebeldes como mucho, desde niños que no lloraba de manera tan suelta consigo misma.
