De Vuelta (James Hetfield/ Metallica

Confesiones

Abrí la puerta de mi apartamento y dejé pasar a Jason, Winter salió disparado para recibirnos con alegría.

-wow !!! Hola chico! No sabía que tenías un perro- dijo él mientras lo acariciaba y el animal lo lamía con felicidad.

-bueno nunca preguntaste si tenía mascotas- repliqué mirando como se hacían amigos.

-es precioso-

-lo sé, bueno, si quieres ponte cómodo, estás en tu casa, quieres algo de comer?- pregunté dejando mi abrigo aparte para adentrarme a la cocina.

-no gracias, estoy bien aunque algo de beber no estaría mal-

Abrí el refrigerador buscando algo que darle a mi amigo.

-solo tengo refresco- le dije sacando una lata de Coca-Cola.

-así está bien gracias- respondió dedicándome una pequeña sonrisa.

-ven pasa- dije mientras tiraba de él para sentarnos en el sofá con Winter que parecía contento de la presencia de Jason.

Después de un silencio algo incómodo él por fin habló.

-no tienes porque darme explicaciones, soy tu amigo y te ayudaré en lo que haga falta- dijo el rizado tomando un trago de la lata.

Jason siempre había sido un chico algo tímido y amable conmigo, me fascinaba la habilidad que tenía para hacerte sentir cómodo y mantenerte alegre con él.

-Lo sé, pero eres mi único amigo aquí....y creo que necesito ayuda- dije algo nerviosa.

-entonces puedes confiar en mí-

Suspiré y por fin me decidí a decirle todos esos sentimientos que había estado afrontando desde que empecé a vivir en Denver.

-No soy de aquí, mi única familia es Cliff... Me escapé de casa por problemas personales y me quedé con Metallica, ellos siempre fueron buenos conmigo y me hacían sentir como parte de la banda-

Jason escuchaba atento y me animó a continuar.

-me volví muy amiga de todos, los ayudaba con los instrumentos y todo eso, lo que pasa es que ocurrió algo entre James y yo- confesé.

-a que te refieres?- preguntó él frunciendo en ceño.

-fuimos novios, el caso es que en todo eso por error quedé embarazada-

Jason me miró analizandome con nuevo interés.

-fue hace como 2 meses, el caso es que ocurrieron bastantes cosas por las cuales me tuve que marchar un tiempo, a James le afectó mucho y ahora que he vuelto las cosas son muy diferentes, el ya no quiere nada de mi y me ha tratado como basura, lo que ocurre es que... Que todavía tengo a su hijo y no se lo he dicho, me da miedo afrontar mi nueva vida sola porque mi única familia es Cliff como ya he dicho pero el tiene su propia vida y tiene que estar de gira y la única persona que me queda eres tú-

Jason me miró con algo conmovido y con algo de pena. Suspiró y me miró fijamente con sus ojos cafés.

-siento mucho que estés pasando por eso, no me puedo imaginar que clase de idiota tiene que ser para abandonarte de esa manera, y me siento feliz de ser tu amigo para estar aquí para tí- dijo él haciendo que me emocionara con cada una de sus palabras.

-gracias Jase, no podía tener un mejor amigo cómo tú- respondí para lanzarme a abrazarlo.

El correspondió a mi abrazo y nos mantuvimos así por un minuto bien largo.

-bueno ahora vamos a dejarnos de estúpidos sentimentalismos, quieres ver algún concierto? Tengo varios cassettes- dije emocionada sacando una caja que me había dejado Corinne con citas de conciertos que ella coleccionaba.

-wow! Es eso Led Zeppelin?-

-si, tengo varios cual te apetece?-

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Aviso, + 18
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La luz de la luna que entraba por la ventana bañaba nuestros cuerpos desnudos y sudorosos, no podía contener mis gemidos a causa de las embestidas salvajes de él dentro de mí, era un placer indescriptible.

Arañé su espalda sudorosa con una mano mientras gritaba su nombre y con la otra tiraba de los mechones rubios de su nuca.

James jadeaba encima de mi soltando gruñidos y besándome de vez en cuando intentando retener los gemidos, después de unos minutos llegamos juntos al clímax retorciendonos y suspirando los nombres del otro. Él me miró con sus profundos ojos azules y me dedicó una sonrisa encantadora para acostarse a mi lado todavía con la respiración agitada.

-Te amo Liz- dijo él cariñosamente mientras con una de sus manos acariciaba mi mejilla.

-yo también te amo James- respondí sincera.

-Te ha gustado?- preguntó con una sonrisa traviesa.

Yo me sonrojé ligeramente y respondí.

-Claro que sí papa Het-

-wow papa het? Eso es nuevo, me gusta - respondió el rubio riendo.

Yo también reí y lo abracé.

-bueno que dices? Segunda ronda?- preguntó él con picardía.

-porque no- asentí.

La sonrisa de James se hizo más grande y se incorporó en el colchón para tomarme de las caderas, darme la vuelta y tirar de ellas para ponerme en cuatro.

Depositó suaves besos a lo largo de mi espalda los cuales me hicieron suspirar y repartía caricias a mi alrededor.

-James- dije entre suspiros.

-James-

Pero no recibí respuesta y lo único que había era vacío. Me encontraba sola en una habitación diferente, ya no estaba en la habitación de James, estaba en un camerino sucio y mugriento. Asustada me encongí y trate de cubrirme como pude. La puerta se abrió y ahí estaba él de nuevo, no era como el joven muchacho que me había contestado, tenía un aspecto deplorable, sus ojos rojos hinchados y su olor a alcohol.

-vete de aquí! Solo eres una más- dijo con su potente voz haciendo que me asustara.

De inmediato me incorporé en la cama agitada, no había sido más que un mal sueño pensé mientras me calmaba, la habitación todavía estaba a oscuras por lo que miré el reloj que marcaban las 4 am.

Limpié algunas lágrimas que no me había dado cuenta que tenía en el rostro, porque había soñado eso? La primera parte del sueño había sido un recuerdo de aquella noche que nos entregamos el uno al otro, me sentía estúpida al todavía desear al rubio.

Aparté esos pensamientos y me acomodé de nuevo en mi cómoda cama. Tenía que olvidarlo, ahora estaba aquí en Denver y tendría una nueva vida con el pequeño o pequeña que se estaba creando en mi vientre.

Acaricié mi abdomen que ya había empezado a crecer ligeramente.

-buenas noches- susurré.