PARTE I

10 2 0
                                    

"Mi madre nunca estuvo, a mi padre no vale la pena llamarle así.

Sigo decaído por ese rechazo, aunque en el momento tuve que fingir que lo tomaba con calma, porque no quería distanciarme.

Estuve tan preocupado por mi mejor amigo y luego tan enojado con mi mejor amiga que casi muero yo.

Escapamos un rato de la ciudad y cuando lo vimos...

Fue hace años, pero se siente como ayer.

Ya no sé si eso sea normal. Necesito ayuda."

Haz sobrevivido, tienes veintiún años, ¿no estás feliz por eso?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Haz sobrevivido, tienes veintiún años, ¿no estás feliz por eso?

No lo sé.

Debería.

Porque aún conservo a mis amigos aunque estén lejos.

Tengo una familia que me ama. Trabajo, estudios... Todo está bien.

Eso parece, pero que tu situación lo esté no significa que tú también.

No lo sé.

Bueno, entonces dime.

¿Por qué te cuesta tanto trabajo abrirte, Marcel?

¿Cuál crees que sea la razón?

Siento... Como si me estuviera quejando de algo que ya no vale la pena.

Me siento desprotegido cuando hablo.

No quiero. Odio hablar, odio estar indefenso.

Quejarse, llorar, tener miedo, eso no sirve, sólo te hace ver  más débil.

Ya no quiero verme débil. No quiero que me juzguen.

Quiero que tengas en claro estas cosas... Primero que nada, Todo lo que te provoque daño, todo lo que te lastime o te impida continuar, es importante, eres importante, ¿de acuerdo?

Los psicólogos no somos pañuelos de lágrimas aunque las sequemos a diario en el trabajo. Veme como una herramienta para construir una nueva armadura que te hará más fuerte.

Marcel, yo nunca te voy a juzgar, así que puedes proceder con tu historia.

...

De acuerdo.

Desaparecido y nombrado DomingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora