MARCEL
Los días pasaron demasiado rápido para mí. Al igual que siempre, el tiempo me arrastró y llegué a sentirme como un preso que espera el día de su ejecución. Giovani, por el contrario, estaba más emocionado que nunca por esa fiesta.
Se trataba de una energía nueva que no había visto en él ni siquiera cuando se estrenaba una nueva película de Marvel o DC. Lo sé porque el tipo de energía que tenía se sentía pura, alegre, es la que un niño tendría. Ahora esa energía se sentía contaminada de alguna forma, no parecía ser emoción, si no ansías.
Ansías por hacer algo que se supone que no debería.
Sigo olvidando y recordando a cada rato que Gio ya no es un niño.
Me escabullí de casa, escuchando a mi hermana gritar mientras me alejaba. Me esforcé tanto en ignorarla que no pude diferenciar el mensaje que quería enviarme. Cuando sus gritos estaban por disolverse, alcancé a escuchar apenas a mi padre.
Estaba furioso y yo en problemas.
"Regresa" fue la única palabra que pude diferenciar, pero no sabía de quién provenía.
Tampoco quería averiguarlo.
—¿Todo bien? —me asaltó la voz de Giovani.
Él estaba escondido detrás de un arbusto, por lo que varias hojas secas se pegaron a su camisa blanca.
—Casi me matas.
Contuve las ganas de patear al arbusto, él no tenía la culpa.
—Perdón —pidió con esa risita ansiosa que adoptó estos últimos días por parte de Jonathan, hacían ya el mismo gesto nervioso y me irritaba—. ¡Ya faltan dos horas!
Giovani dio brinquitos muy tiernos antes de revisar su celular. Vi que iba a volver a morderse las uñas y le detuve. Sus mañas seguían haciéndome sentir nervioso. Caminamos hacia el lado derecho de la calle cuando, a lo lejos, vi a Naomi acercarse a nosotros tensa.
—¿Quién es? —preguntó Giovani entrecerrando los ojos, dudoso de si debía de saludar o no.
Necesitaba usar lentes, pero no los usaba por vergüenza, decía que tenía el aspecto de un señor cincuentón con ellos y que se veía raro. Para mi se veía completamente normal, los llevara o no. Cualquier cosa que se pusiera Giovani estaba bien para mí.
—Premio doble —soltó Naomi al notar que ambos estábamos juntos.
Ella se notaba enojada, lo que ya era una mala señal. Por más que me disgustara comparar a mis amigos con él, sabía que Naomi y mi padre tenían algo en común. Cuando se enojaban proyectaban su ira hacia los demás.
La diferencia estaba en que mi padre usaba su fuerza física para lastimar y Naomi soltaba palabras hirientes a quienes le rodearan. Dolía admitirlo, pero ambos eran malas personas enojados.
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Desaparecido y nombrado Domingo
Mystery / ThrillerGiovani siempre quiso ser director de cine, pero para eso necesita conocer gente, cosa en lo que es pésimo. Por lo que aprovecha la desaparición de dos alumnos y la muerte de cinco para involucrarse más con Jonathan Quiroga, un compañero que puede...