Alianzas

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Moscú, Unión Soviética

El olor a vodka era prominente, había felicidad en el ambiente. Sonrisas por todos lados eran visibles; el lugar estaba lleno de países socialistas, celebrando que su bloque ahora era fuerte, que no tenían nada que temerle o envidiarle al bloque capitalista.

ㅡChicos, chicos, necesito su atenciónㅡ Chile le dio tres pequeños golpes a su copa con ayuda de un cuchillo. Todos callaron y voltearon a verloㅡ Bueno, como ya sabrán, hemos logrado nuestro cometido, librarnos del control capitalista, y ahora, es el momento de dar el siguiente paso.

Comenzaron varios a murmurar entre si, ¿cuál era el siguiente pasó? ¿No era suficiente con esto?

ㅡVeo la confusión en todos, es entendible, por eso quiero explicarles el siguiente pasoㅡ volteó a ver brevemente al ruso y al chino, quienes le sonrieron y le dieron la señal de que siguiera con su discurso, que lo estaba haciendo bienㅡ Ahora hay que formar una alianza, a través de esta alianza podríamos comercial entre nosotros, intercambiar bienes por otros, algo similar al trueque.

ㅡ¿Eso cómo nos ayudaría?

ㅡYa que tenemos un bloqueo por parte de los países capitalistas, no tenemos acceso a algunos bienes necesarios, por lo que ahora depende de nosotros abastecernos entre si. Por ejemplo, Vietnam podría darle arroz a Argentina, y Argentina podría darle carne a Vietnam. Sería una ganancia para todos, y sin necesidad de usar dinero.

Para todos, no sonaba mal la idea. Muchos ya comenzaban a tener escases de productos, por lo que les vendría bastante bien eso de intercambiar. Todos ovacionaron ante la idea, y le hicieron ver a Chile que la idea era grandiosa, lo felicitaron, y el se sentía importante por ello.
No era de expresar mucho sus sentimientos, pero ahora no podía evitar sonreír y tener las mejillas sonrojadas por el momento.

No podía negarlo, amaba la sensación de ser importante. Él había sido la pieza clave para que sus hermanos se liberaran, él ya formaba parte de las estrategias, incluso él había sido quien idea la siguiente fase del plan. Por fin le estaban dando el lugar e importancia que tanto anhelo.
Finalmente dejaba de sentir un vacío.

La celebración siguió de manera normal, disfrutando de la música soviética, de la comida típica de los soviéticos y chinos, así como uno que otro platillo vietnamita y uno que otro hispanoamericano.
Disfrutarían hoy todo lo que pudieran, ya mañana se encargarían de firmar sus papeles de alianza y apoyo mutuo.

ㅡOye Chile, ¿sabes que se celebra el cuatro de julio?ㅡ le preguntó el ruso, estando ya bastante ebrio.

ㅡEh, el cumpleaños de Estados Unidos.

ㅡAsí es. Sabes, la coalición árabe le tiene un regalo especial al cerdo capitalista.

ㅡ¿En serio? ¿Y usted está de acuerdo con eso, señor?

ㅡClaro, por que si regalo será inonvidable.

El chileno estaba confundido, no entendía porque esos árabes le darían un regalo al estadounidense, se supone que eran enemigos, se supone que ellos ya eran también parte del bloque socialista, ¿por qué ahora quisieran darle algo?

ㅡYa sé, ya sé, ese cerdo capitalista no merece nada, pero, es que ese regalo es uno que merece, ¿sabes que podría ser?

ㅡNo señor, no tengo ni idea.

ㅡAcercate y te digo, porque es sorpresa y no quiero que los demás lo escuchen.

Chile se acercó. El soviético le susurró al oído aquel dichoso regalo. Al sudamericano se le helo la sangre, sintió un escalofrío, incluso sintió algo de repugnacia, ¿era real lo que le estaban diciendo? ¿En verdad le mandarían algo así?

ㅡPero es secreto. Y si te lo cuento, es porque tengo un trabajo especial para ti relacionado a eso.

ㅡ¿U-un trabajo?

ㅡSeguramente él hará una gran fiesta por su cumpleaños. Tu te meteras ahí y grabaras su reacción, no quiero perderme el momento...

Washinton, DC, EE.UU.

El rubio no había podido conciliar el sueño, se notaban sus ojeras, sus ojos estaban rojos debido a que pasó un largo rato llorando. Se veía acabado, ¿cómo no iba a estarlo? El socialismo iba cobrando más y más fuerza conforme los días pasaban, muchos de sus aliados se mantenían con algunos problemas por lo que no podían apoyarlo, y lo peor es que ni siquiera podía atacar o algo así, puesto que aún se estaba recuperando de la guerra en Vietnam y tampoco quería ser él quien diera el primer disparo en un nuevo conflicto.

Recargó sus codos sobre la mesa, a su vez, recargó su rostro sobre las palmas de sus manos, quedando sus mejillas apoyadas sobre estás. 《Quizá, más sanciones económicas podrían ayudar》piensa.

ㅡDéjame adivinar, otra noche donde no dormisteㅡ mencionó el mexicano, dejando sobre la mesa un plato con dos huevos fritos y tres piezas de tocino. También dejo una taza de café con leche.

ㅡMe conoces tan bien.

ㅡLlevo ya tiempo conociéndote, sé cuando estás malㅡ acaricio levemente la mejilla del estadounidense. Al sentir la calidez, el rubio sonrió levemente.

ㅡOh Mexico, ¿crees que las cosas vayan a mejorar?

ㅡPuede que las cosas no parezcan muy alentadoras, pero, puede que llegue un momento en el cual ellos no puedan mantenerse. A fin de cuentas, tú bien sabes que su sistema no es perfecto, se les escapará un detalle y esa será tu oportunidad para restablecer las cosas.

ㅡOptimismo, es lo que me hace falta.

ㅡLo que te hace falta es un día para relajarte. Alejado de la preocupación de todo esto, y ese día está apunto de llegar.

ㅡ¿Cómo estás tan seguro? ¿Tienes algo planeado?

ㅡBueno, pronto será cuatro de julio. Y, digamos que hable con tu jefe para que te permitiera estar conmigo durante ese día. Celebraremos tu cumpleaños aquí, incluso ya invite a varios.

Esa idea le gustó, una pequeña celebración por su cumpleaños no sonaba mal. Quizá eso podría despejarle la mente un rato, realmente necesitaba relajarse; además, una fiesta de cumpleaños implica regalos, y a él le encanta recibir regalos.
Sonrió, ya quería que fuera cuatro de julio.

ㅡ¿Te gusta la idea?

ㅡMe encanta.

Amenaza Roja [Hispanoamerica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora