El inicio de la caída

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Edificio de las Naciones Unidas (ONU)

Ya todos iban de salida después de la tensa reunión que se había acontecido. Los del bloque comunista no podían estar más felices de lo que ya estaban, mientras que los capitalistas se sentían derrotados. ¿Qué es lo que había pasado? Simple, tras plantearse la salud mental del estadounidense y darse cuenta de que ya no era apto para seguir teniendo poder, decidieron vetarlo del Consejo Permanente de Seguridad, así quitándole su poder de veto.

Eso lo enojo bastante, pero, no quiso demostrarlo ante los demás, pues sabía que ya tenía una imagen pública deteriorada, mostrar su cólera por esa situación sería un golpe más a su pobre reputación.

El estadounidense fue el primero en salir cuando la junta termino.
Se fue cabizbajo, con los puños cerrados, aguantando las lágrimas y teniendo un leve sonrojo debido a que se sentía avergonzado tanto por que le quitaron su poder de veto como por las palabras que llego a decir Etiopía sobre él.

Se fue a paso rápido, ignorando a todos sus aliados quienes trataban de acercarse para darle algunas palabras de aliento o tratar de convencerlo de que no fuese a hacer alguna tontería.

Al salir del edificio fue directamente al hotel donde se hospedaba. Quería desconectarse de todo y de todos; quería dejar de ser humillado, quería estar solo.

Mientras, México y Canadá iban saliendo juntos, preocupados por el bienestar del estadounidense.

ㅡAún no puedo procesar lo que pasoㅡ decía el canadienseㅡ ¿En verdad le quitaron su poder de veto?

ㅡAunque no lo creas, síㅡ el mexicano suspiró con pesadezㅡ Le anduve diciendo y diciendo en la junta que no exagerara con su poder de veto, pero, ya vez que estuvo vetando y vetando un montón de propuestas.

ㅡSí, eso que hizo estuvo mal. Aún así creo que fue un castigo exagerado quitarle su poder.

ㅡNo fue un castigo exageradoㅡ estando detrás de los norteamericanos, se metió a la conversación el chinoㅡ Fue uno justo. Ya todos sabemos que está mal de cabeza, alguien en su condición no puede tomar decisiones tan importantes.

ㅡPara tu información, metiche ojos de alcancía, él sigo siendo capazㅡ mencionó enojado el latino.

China sonrió de manera burlesca ante aquel comentario.

ㅡClaro, muy capaz. Ya veremos que tan capaz es cuando la guerra termineㅡ fue lo último que dijo el asiático antes de alejarse e irse con sus aliados.

México siguió con el ceño fruncido, odiaba que dijeran cosas malas de Estados Unidos, en especial en estos momentos donde sabía que su querido amigo no se encontraba en su mejor momento.

ㅡHey, no le hagas caso a China, él solo quiere molestarㅡ dijo el canadiense poniendo su mano sobre la espalda del otro.

ㅡLo sé, lo sé. Ugh, odio que logra su cometido.

Siguieron caminando hasta la salida.


El cuarto del estadounidense estaba destrozado. Varios papeles tirados en el suelo, la ropa que había traído en sus maletas también estaban arrojadas en el suelo; mientras, el rubio se encontraba boca abajo sobre la cama.

De repente, se escucharon tres toques en su puerta seguido de un "¿Puedo pasar?".
Reconoció esa voz, era la del mexicano. Por un momento dudo si debía dejarlo pasar, pero, al final accedió a que pasará.

ㅡ¿Qué pasó aquí?ㅡ preguntó preocupado el latino al entrar.

ㅡ¿Tú que crees?ㅡ respondió con el ceño fruncido, mientras se sentaba a la orilla de la cama.

ㅡOh, claro. Perdón por preguntar una pendejada.

México se sentó a un lado del estadounidense.

ㅡ¿Tú concideras que sigo siendo capaz? ¿Crees que sigo estando cuerdo?ㅡ preguntó con voz rota el angloparlante.

ㅡBueno...ㅡ por un momento dudo su respuestaㅡ Yo creo que solo estás un poquito cansado.

Aquella pequeña pausa que hizo el mexicano antes de dar su respuesta, el estadounidense lo sintió como una indirecta. 《Si piensa que estoy loco》, penso.

ㅡQuieres decir que ya perdí la cabeza, ¿verdad?

ㅡNo, no, no.

ㅡ¿Tú crees que ya estoy loco?ㅡ el estadounidense levantó la voz.

ㅡClaro que no, yo no creo eso.

ㅡPor favor, ¡si crees que ya perdí la cabeza!

ㅡCreeme que no.

ㅡ¡Dime la verdad! ¡Tú crees que no soy capaz!ㅡ se puso de pie, en una posición amenzante que asustaba al latino.

ㅡN-no, yo creo que si eres capaz.

ㅡ¡Mientes!ㅡ dejandose llevar por sus emociones, terminó dandole un puñetazo en el rostro a México, provocando que cayera al suelo.

El mexicano se quedó pasmado por un momento. Siguiendo en el suelo, miro a Estados Unidos con miedo.
Aquella mirada del latino devolvió a la realidad al angloparlante.

ㅡOh no...ㅡ iba a ayudar a levantarse al mexicano, pero el menor solo se alejo un poco.

ㅡY-yo puedo levantarme soloㅡ el moreno se levantó y se acercó a la puertaㅡ Mejor te dejo solo. Necesitas un momento de paz.

Dicho eso, México se fue.

I'm an idiot.

Amenaza Roja [Hispanoamerica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora