I
Washington, D.C., E.E.U.U.
Ya había pasado una semana desde el ataque al territorio texano. Estados Unidos por fin regresaba a casa, tendría que estar postrado en cama al menos por unos cinco días más para estar del todo recuperado.
Al entrar a su hogar, no pudo evitar sentir un escalofrío en su espalda ya que el lugar le recordaba aquella horrible experiencia de dolor durante el ataque a su territorio.México iba detrás de él, se quedaría a cuidar al estadounidense por lo menos durante dos noches. Al mexicano solo le habían dado permiso para estar allí durante ese corto tiempo debido a que debía regresar a su país para comenzar con la diplomacia de su siguiente movimiento: exigiría ante las Naciones Unidas una investigación hacia todos los países del bloque comunista para así encontrar al culpable del ataque con misiles a territorio texano. Si, era algo extremo, pero aún seguía molesto y el enojo no le dejaba pensar con claridad.
ㅡ¿Qué te parece si tomas un baño en lo que yo preparo la comida?ㅡ pregunto el latino, tratando de sonar amigable, no quería que su enojo llegará a afectar a su querido estadounidense.
ㅡSí, me parece bienㅡ respondió el otro en un tono sin ganas, cansado.
El angloparlante subió con lentitud las escaleras. México se le quedó viendo hasta que desapareció, después soltó un suspiro, estaba molesto consigo mismo por no haber estado junto al rubio al momento del ataque.
ㅡBueno, al menos espero que la comida lo anime un pocoㅡ se dijo a si mismo para después entrar a la cocina.
Yendo con el estadounidense. Entró a su habitación, se quitó la ropa con cuidado, después se retiro los pocos vendajes que traía encima y procedió a entrar al baño de su cuarto.
Abrió la llave del agua caliente, después la del agua fría y entró a la ducha.Las gotas de agua ardían un poco al rosar contra sus heridas, pero aquello no parecía molestarle al norteamericano, estaba más centrado en sus pensamientos que en las sensaciones de su cuerpo.
"Tal vez pude haber prevenido el ataque"
"¿Tan mala seguridad tengo?"
"¿Por qué ningún radar detecto a tiempo los misiles?"
"¿Por qué aún no me dejan ver como está Texas?"
"¿Y si me vuelven a atacar?"
"¿Quién de esos malditos comunistas fue el que hizo el ataque?"
"¿También atacaran a California y Nuevo México?"
"¿Y si ahora atacan a mis demás aliados?"
"¿Y si no soy capaz de proteger a mis aliados?"
Tenía ese tipo de pensamientos. Lo atormentaban.
De pronto, pequeñas lágrimas salían de sus ojos, estaba desesperado, estaba enojado consigo mismo, estaba aterrado por lo que pudiera pasar después, temía por la seguridad de sus ciudadanos, de sus aliados.
Estaba espantando al notar que cada vez estaba más cerca de perder la guerra.Sé quedó durante veinte minutos en la ducha. Al salir, vio que México ya lo estaba esperando en su habitación. Junto a la cama noto que había una pequeña mesa para dos personas (el mexicano la había subido) y sobre ésta estaban dos platos de comida.
ㅡSaldre por un momento para darte privacidadㅡ dijo el latino.
ㅡNo, no. Quédate, yo necesito ayuda para ponerme los vendajesㅡ se sintió algo avergonzado por pedir eso.
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Amenaza Roja [Hispanoamerica]
Ficción históricaPara lograr imponer una nueva ideología, los soviéticos en conjunto con los cubanos se implantan en las universidades para convencer a los jóvenes de iniciar una revolución. Tras pasar una serie de sucesos, en los países hispanoamericanos se logran...