No sería capaz de comenzar a explicar como se desató la locura que acabábamos de cometer.
Tras aquella noche en casa de Mimi y la consiguiente mañana, donde acepté su proposición de viaje a Ibiza, todo se había vuelto una locura.
Los días siguientes los pasamos tranquilas, viéndonos en el trabajo, alguna noche en la que quedábamos para lo que surgiese o nos apeteciese ese día. Desde pasar la noche gimiendo nuestros nombres, hasta ver una peli acurrucadas en el sofá entre mimos y caricias dulces.
El caos llegó junto con el viaje.
-¿lo lleváis todo?- preguntó la rubia mientras revisaba sin muchas ganas su bolso
-Creo que me he dejado el cargador en casa- murmuró una apurada Saydi
-Lo metiste en la maleta- Mónica rodó los ojos al hablar, convencida de que, si la menor del grupo fuera un poco más despistada, se olvidaría la cabeza en alguna parte.
-Mirad que una vez que salgamos de aquí, no volvemos- insistió la granadina cual madre
-Está todo jefa- Confirmó Claudia mientras se adentraba en la sala de estar, donde se encontraban sus amigas
-Que no me llames jefa si estamos de viaje de amigas- bufó la aludida dandole un leve golpe en el brazo a la culpable del comentario -Ah, y una cosa- Volvió a hablar tras leer el mensaje que acababa de recibir en el móvil
-¿Qué?- preguntaron al unísono las chicas, riendo al ser conscientes
-Que Laura se viene con nosotras- Cuando terminó la frase, ya se encontraba junto a la puerta principal, abriéndola y revelando a la colombiana tras ella, dejando sin opción a queja a sus amigas.
-Hola- una cohibida Laura asomó en la vivienda
Las chicas se miraron entre sí un tanto confusas, pero viniendo de Mimi, prefirieron no hacerse preguntas.
-¡Hola!- Fue Saydi la primera en abrazar a su compañera y amiga, y tras ella, el resto de chicas hicieron lo propio, dando la excusa perfecta para que Mimi pudiera abrazarla también sin llamar la atención.
-Bueno- La granadina llamó la atención de las cuatro chicas tras separarse del abrazo -¿Nos vamos?-
La idea de juntar a aquellas cinco locas en un viaje en avión de hora y media no era precisamente de premio Nobel.
Mimi y Mónica parecían las más cuerdas, mantenían un poco la seriedad mientras que las otras tres corrían y bailaban por los pasillos del aeropuerto.
-¿Te puedo hacer una pregunta?- Mónica se dirigió a la granadina una vez hubo comprobado que estaban relativamente solas, mientras sus amigas les llevaban diez metros de ventaja y un corrillo de voces con el que no la escucharían
-La vas a hacer igual- sonrió Mimi a su amiga, quién rodó los ojos sabiendo la certeza de sus palabras
La rubia se preparó para recibir la pregunta que llevaba esperando desde que salieron de su apartamento y para la que ya había ensayado una respuesta
-¿Por qué está Laura aquí? Que no me malinterpretes, me cae muy bien y no me molesta para nada que venga, pero no nos habías dicho nada y tu solo eres así cuando....- Mimi decidió interrumpirla, pues no estaba aún preparada para escuchar aquella insinuación por parte de su amiga
-Porque me ha caído muy bien, es muy Maja y he visto que con vosotras también ha hecho buenas migas... Ella aquí en Madrid no tiene muchas amigas salí que ya que vamos a convivir bástate... Por que no invitarla.- Lo dicho, una respuesta totalmente calculada
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