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Todos continuaban esperando a pesar de ser ya las nueve de la noche pero el ánimo y las esperanzas habían disminuido, la que más se encontraba afectada era Hilda ya que en su mente pensaba que Esmeralda no se hubiera demorado tanto si tan solo ella le hubiera pedido "sus servicios" en la fecha en que se tenía planeado pero ahora pensar en eso no era lo mejor ni lo más conveniente debido a que llegara o no todos debían de continuar atentos.

A las nueve y veinte minutos Hilda recibió un mensaje de Esmeralda informando que se disculpaba por el retraso pero que le se le había hecho imposible llegar y a esa hora no era seguro salir teniendo en mente el lugar donde ella vivía. Hilda suspiro cansada sin mucho remedio más que perdonarla informándole que no había problema, tan rápido como Esmeralda terminó la conversación, Hilda informó a sus compañeros que la rubia no llegaría.

La mayoría se mostró molesto pero enojarse o no, no les llevaría a nada por lo que resignados abandonaron el lugar. Ikki se encargó por cortesía de llevar a Hyoga y a Geki a sus hogares aunque él terminara llegando al suyo al rededor de las diez de la noche (algo tarde Inclusive para él), al llegar y estacionar su auto intuyó que su hermano ya debía de estar dentro de la casa ya que no creía que una simple fiesta en la escuela tardará demasiado teniendo en mente todo lo que había estado pasando en la ciudad; al abrir la puerta toda la casa estaba en total oscuridad, una punzada en su corazón hizo generarle un impulso de volver al auto pero quiso creer que quizá era normal culpando nuevamente la hora.

Suspiro un momento mientras cerraba la puerta, se dió media vuelta y fue al segundo piso para poder un poco antes de que volviera a amanecer, cuando llegó a la planta alta el pasillo estaba en total oscuridad pero apenas y se veía una tenue luz naranja provenir de la habitación de su hermano y que salía de la rendija de por debajo de la puerta... Esa pequeña luz logró calmarlo y relajarlo tanto que ya no se sentía tan preocupado ahora sin embargo aún sus dudas estaban ahí con él haciéndole compañía al intuir muy en el fondo que algo andaba fuera de lugar.

Tocó la puerta de la habitación sin obtener respuesta, tocó de nuevo y nadie respondió, sus cejas se juntaron un poco y su mirada cambio al no escuchar nada, abrió la puerta lentamente encontrando una utopía total en la habitación, era increíble ver lo desordenada y sucia que estaba; lo que había sido alguna vez una habitación similar a la de María Antonieta por la cantidad extravagante de lazos, peluches, tonos de pintura neutros o pasteles y por lo bien ordenado que se encontraba ahora no quedaba nada de ello, por asombroso que sonara Shun había conseguido su objetivo al arrancar el papel tapiz rosa pastel, despegado los stickers del techo, arruinar los muebles "vintage" y degollar a los últimos peluches que tenía en posesión.

Ikki observó el caos para finalmente volver a centrar su vista en la luz de noche cerca de la puerta, esa pequeña lámpara había iluminado el pasillo y a duras penas la habitación, era raro que su hermano la hubiera colocado ya que hasta donde él recordaba, los terrores nocturnos que Shun había padecido de niño se habían ido con el paso del tiempo aunque no quería especular de más imaginando panoramas que probablemente no eran ciertos por lo que dejó el misterio de la pequeña luz como simplemente algo para indicar que estaba ahí. Antes de irse observó la cama, parecía que Shun efectivamente estaba durmiendo, cubierto con el grueso edredón de la cama mientras los peluches degollados le hacían compañía ... ¿Tenía miedo a algo?, ¿El baile había sido malo?, ¿Algo había ocurrido? Un bostezo Interrumpió sus pensamientos impidiéndole continuar, de todos modos su hermano seguía dormido y no tenía caso despertarlo para aclarar algo en ese momento, era mejor hablarlo el día siguiente cuando los dos estuvieran mentalmente bien y suficientemente descansados como para charlar adecuadamente.

Una idea cursó su mente antes de salir del cuarto, ¿Apagaba la luz?, Se agachó un poco para retirar la lámpara de noche pero al hacerlo su vista de inmediato se centró en una hoja arrancada de un libro que yacía debajo de la luz, tomó la hoja y vió superficialmente de lo que trataba, tenía un pequeño texto en la parte superior que enmarcaba "Andrómeda" y debajo del nombre un dibujo de la respectiva princesa. Se mantuvo un momento observando el dibujo, la princesa estaba apenas siendo encadenada a la roca donde el Kraken iría por ella, estaba de más destacar que su hermoso cabello castaño y el vestido blanco de seda ceñido a su figura era lo que más resaltaba de la ilustración solo por detrás de las cadenas al rededor de su cuello y muñecas.

16 de AbrilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora