Sodoma y Gomorra.

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Ikki no pudo guardar el contacto que le había enviado el vídeo de Marín, se lamentaba por eso pero también se preocupaba porque no sabía quién era el o la que enviaba estos mensajes, la primera ayuda fue para descubrir a las gemelas y ahora enviaban contenido de Marín... ¿Esta persona estaba de su lado o solo jugaba con ellos?.

Su mente pensaba en mil y una cosas sin actuar de manera correspondiente al reenviar el vídeo a sus compañeros para delegarles a ellos la responsabilidad por el momento en lo que el estaba ocupado, Hyoga fue quien le volvió a enviar el dichoso video con un mensaje adjunto donde le informaba que ya estaban rastreando el número, a todos los miembros de su  equipo de investigación le había llegado el vídeo... Solo que a Ban le habían enviado uno distinto al de los demás.

Ikki al leer el mensaje pregunto por el segundo video, Hyoga se lo mandó tratándose de un simple recorrido por una gran casa, se veía que era como un salón de fiestas debido a la inmensidad de tamaño y por los colores blancos del papel tapiz y de los suelos; en el segundo video era solo eso, una breve muestra de como era el lugar donde se encontraba Marín.

El detective le explicó la situación a su amigo, sobre que por el momento y aunque fuera importante no podía estar con ellos para analizar los videos por lo que le delegaba la tarea de hacerlo en lo que él seguía investigando por su cuenta; Hyoga accedió con la condición de que lo mantuviera al tanto de los resultados de su búsqueda, Ikki aceptó la propuesta argumentando que una vez que halla redactado bien los informes, a el se los enviaría primero y aclarado ese tema ambos se desconectaron para empezar a dormir.

Faltaba una hora para que el despertador sonará pero Ikki ya estaba de pie, revisando con cautela cada imagen en el álbum asombrandosé por la cantidad de fotos que había, recordó vagamente a una de las jóvenes que fueron rescatadas de las gemelas y con la imagen mental de esa chica intentó buscarla en el libro pidiendo encontrarla en las últimas páginas.

Cuando se hizo un poco más tarde (siete de la mañana), tomó sus cosas y salió de la habitación para ir directo a trabajar ya que antes de poder ir a entrevistar a Paradox debía visitar primero a algunas señoritas que pudieron convivir más cerca con las hermanas, también vería la forma de poder hablar con Jabu ya que luego de haberse ido de su trabajo por el problema que ocurrió con Shun ya no hubo posibilidad de escuchar más al joven.
En su mente llevaba la lista de cosas por hacer, había guardado en el carro el vestido y el álbum para que en el caso de la prenda de vestir, un amigo le ayudará a investigar sobre el.

Subió a su carro y arrancó llendo en camino a un puesto de comida rápida para ordenar algo para desayunar, no hizo falta bajarse del auto, ordenó en ventanilla y en cuestión de minutos tenía lista la comida; por momentos mientras manejaba comía la hamburguesa, no sabía si Afrodita estaba ocupado o no pero esperaba le pudiera ayudar con si problema. Al igual que pasaba con Esmeralda, Afrodita no tenía un horario estable, a veces trabajaba en las mañanas, otras en la tarde y muchas más en la noche relevando a sus compañeros pero en esta ocasión le tocaba trabajar hasta después de las diez de la noche, Ikki no le había llamado antes, el forense ni siquiera sabía que iba a ir pero algo le decía que estaría feliz de recibirlo.

Ikki estacionó su auto frente a la casa antigua de su amigo, tomó el vestido del asiento trasero y se acercó hasta la puerta, tocó el timbre y una empleada doméstica abrió la puerta dejándolo ingresar, informándolo que Afrodita estaba dormido pero que iba a despertarlo y tal como dijo, la señorita fue y en cuestión de segundos el susodicho bajó para recibir a Ikki en la entrada.

—¿A qué se debe tu visita muchacho?— preguntó atando su bata de dormir a la cintura con el listón, seguía casi dormido pero eso no era impedimento para no sonreírle al verlo.

16 de AbrilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora