16 de Abril

Negocio (parte 2)

Ikki al salir de la celda de Esmeralda se dirigió a la entrada, revisó su reloj en la muñeca para cersiorarse de la hora y aunque estaba un poco preocupado por Shiryu, su compañero llegó pocos minutos después. Ambos se observaron sin mencionar nada, sabían que a pesar de todo ese no era un buen sitio para dialogar sobre lo que sabían por lo que solo agradecieron a los guardias y policías y salieron del reclusorio luego de pasar por un filtro de seguridad en la entrada.

(Horas antes, día anterior durante la noche)

Titán llegó a las once y media de la noche a la estación de policías, estacionó su auto en la entrada, se colgó su mochila sobre su hombre y bajó junto a Palas, abrió la puerta de cristal percibiendo en un principio la mirada sería del recepcionista que lo vió aproximarse hasta el mostrador.

"Quiero declarar", fueron las palabras que soltó Titán cuando llegó formalmente con el recepcionista quien esté al oírlo se dió media vuelta en su silla giratoria para tomar el teléfono y contactar con Shion y con Mu explicando la situación de manera muy sencilla al desconocer quien era el hombre con la niña.

En poco raro Shion llegó junto con su hijo pero a la vez llegaron Docko, Hyoga, Hilda y Geki. Al entrar por la puerta principal intentaron no alarmar al padre con su hija debido a su repentina presencia, Titán al contrario se sentía de cierto modo más tranquilo al verlos, sentía que podía confiar en ellos pero a la vez en el fondo algo le hacía desconfiar; el padre tomó con fuerza la mano de su hija mientras Shion se dirigía hacía él para comentarle que lo llevarían a un lugar más adecuado para llevar a cabo la posible denuncia, él empresario asintió dejándose guiar por Shion y los demás hasta el dichoso cuarto pero estando cerca de llegar, Docko pronunció palabra al notar sus intenciones de permanecer con Palas en todo momento y aunque era entendible considerando que Palas era una niña pequeña Titán prefería que no la apartaran de su lado... Sin embargo, si quería entregar la carpetas y documentos que llevaba con él lo mejor sería que su hija no estuviera presente.

Hilda tranquilizó al hombre informándole que la niña se encontraría con ella, de manera rápida recitó su currículum a Titán con el objetivo de transmitirle confianza, el empresario suspiró luego de un momento pensando su decisión sin embargo tenía que dejar a Palas sola si o sí por lo que confiando en Hilda soltó la mano de Palas, con dificultad se arrodilló para quedar a su nivel y sosteniendo ahora sus dos manos la miró a los ojos.

—¿Recuerdas a tu psicóloga Sasha?, Ella es su amiga y quiere solo conocerte... Voy a estar cerca, no me alejaré de ti pero necesito que vallas con ella—

Explicó midiendo sus palabras teniendo que ser lo más sutil con la niña para que ella pudiera tener la confianza mínima en poder permanecer a lo menor por unos minutos junto a una desconocida. La menor aunque un poco molesta terminó aceptando las decisiones de su padre al no tener más opción, Titán besó sus manos y luego la abrazó fuertemente deseándole fortaleza y dureza desde su interior ya que tendría que revivir todo lo que había pasado al narrar quizá a base de juegos o dibujos lo que había sufrido.

Titán se puso de pie al ver cómo Hilda tomando de la mano a Palas la llevaba a otra habitación mientras él se quedaba a mitad de pasillo solamente viéndolas marchar y deseándole a su niña buena suerte pero sus pensamientos se interrumpieron cuando Mu, de la manera más amable y con una sonrisa ligera le habló informando que debían de pasar a la sala. El empresario asintió con una pizca de terror al posicionarse ahora en su realidad, estaba por contar todo, no sabía si lo meterían preso por ocultar la información o si peor aún alguien descubriera que estaba revelando cosas importantes a la policía. Con miedo entró a la sala donde dentro aguardaba de pie tanto Shion como Hyoga, al entrar Docko cerró la puerta permaneciendo el fuera, Titán vió todo el cuarto rápidamente mientras se aproximaba al sillón en la esquina.