16 de Abril

Blanco

Mañana del 16 de Abril.

Shun despertó luego de oír el llamado de su despertador a la misma hora de siempre, con una leve sonrisa y estirando sus brazos a lo largo de la cama se levantó, bostezo un poco mientras buscaba con la mirada su uniforme, su mochila y los libros que llevaría. Se puso de pie y fue a ducharse, al regresar y vestirse prendió su computadora y mientras está encendía él metía sus libros y libretas en su mochila, cuando notó que la computadora había iniciado se acercó para abrir el navegador y a su vez el sitio web de mensajería.

Leyó el mensaje que le había enviado esa chica misteriosa pero atractiva, ambos se habían conocido en internet luego de que él posteara una imagen en una convención de fotografía, mantuvieron conversación por meses hasta que finalmente optaron por dar el siguiente paso y conocerse en persona. "¡Por supuesto!, Ahí estaré" ponía el último mensaje de la joven rubia que provocaba solo emoción en el joven, tomó su mochila ansiando ya el momento de por fin verla en persona, antes de salir recordó que no llevaba su libreta de historia, intentó buscarla pero el tiempo se le acababa.

Bajó de prisa a la mesa donde su hermano como siempre ya tenía el desayuno listo, sonrió un poco sin querer mostrar demasiada alegría ya que no pensaba decirle nada sobre June a Ikki hasta que la chica y él no formalizaran en una relación, entendía que sería difícil ya que ella le doblaba la edad pero había leído que "el amor no tiene edad" aunque realmente lo que más le preocupaba era la aceptación de su hermano por esta relación. Terminó de desayunar y aunque el detective se animó a llevarlo a clases él se negó debido a sus planes ya estructurados con esta mujer que se aparecía incluso en sus sueños.

Salió de su casa, suspiro y se armó de valor haciéndose a la idea de que por fin estaría frente a la persona con la que tan bien se había llevado, era consciente de que no podía simplemente pedirle noviazgo pero mínimo ese día intentaría entablar una mejor amistad para ir progresivamente en esta relación. Caminó decisivo, a veces titubiante ante el miedo y ansiedad que significa encontrarse con alguien nuevo, estando a cuadras de la cafetería su corazón latía como nunca antes lo había hecho, incluso su cuerpo temblaba y sus cejas se juntaban al creer que a lo mejor no estaba haciendo del todo bien, tenía miedo pero a la vez estaba emocionado.

Cruzó la calle en compañía de cientos de personas más... Eso fue quizá lo peor del asunto, pasó al lado de varias personas de todas las edades, literalmente estaba rodeado y nadie se dio cuenta; paró en seco al sentir un pinchazo en su cuello provocado por una inyección, llevó su mano derecha inmediatamente detrás de su nuca a la vez que giró con total desconcierto a qué había sido eso que había sentido sin embargo su vista empezó a fallarle, sintió el momento preciso donde sus piernas dejaron de responder al igual que el resto de su cuerpo, intentó levantar la mirada con la poca fuerza que le quedaba aunque para ese punto solo podía ver manchas de colores en lugar de algo más claro. Un hombre vestido de rojo lo atrapó cuando él cayó al no poder soportar su peso, lo tomó con su mano derecha por detrás de su espalda y con la izquierda por debajo de sus piernas para cargarlo, el hombre caminó con normalidad, ignorando y siendo ignorado por todos los que lo rodeaban.

El muchacho giró levemente su cabeza siendo la única parte de su cuerpo que aún estaba bajo su dominio para ver el rostro de su atacante sin embargo falló, el sol deslumbró sus ojos impidiéndole ver a su agresor, poco a poco, la inyección hacía cada vez más efecto en su cuerpo... No duró mucho despierto y al cabo de unos minutos finalmente perdió la conciencia.

El hombre siguió caminando con naturalidad por las calles de Tokio, pasando por tiendas famosas repletas de gente a pesar de la hora, por pequeños negocios e incluso casas y nadie cuestionó nada; finalmente se acercó a un callejón donde su camioneta esperaba, tan pronto como se aproximó, la puerta trasera se abrió dejando ver a un hombre vestido de blanco quien se bajó para recibir a Shun.