𝟐𝟓. 𝐑𝐀𝐀𝐁𝐓𝐀

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Capítulo 25

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Capítulo 25



10 de mayo.




Pongo mis manos en mis caderas mientras observo como el último cliente se encarga de pagarle a Jasón y sale del gimnasio. Suspiro aliviada y voy a los vestuarios para buscar mi ropa, ya quiero irme. Mis músculos están adoloridos debido a que hoy fue un día bastante intenso y mis clientes no dejaron de venir.

Me doy una ducha rápida y en el momento en que salgo comienzo a vestirme, me pongo la camiseta y suelto un chillido cuando Jasón entra bruscamente por la puerta.

— ¿Qué haces, idiota? ¡Vas a darme un infarto!

— Lo siento, lo siento – ahora que lo noto, parece más nervioso que antes. Me pongo rápido el pantalón mientras lo observó intrigada —. Necesito que cierres.

— ¿Yo? ¿Por qué?

— Le ha sucedido algo a mi hermana, tengo que ir a su casa. Por favor, confió en ti. No termine de hacer la caja, vendré mañana más temprano para terminar de cerrarla ¿Puedes limpiar y ordenar un poco? ¡Te pago un taxi si sales muy tarde!

— Jasón, tú ve. Yo me encargo de todo, no te hagas problema.

Suspira, aliviado y se acerca para entregarme las llaves. Aprieta mi brazo agradeciéndome y luego se va prácticamente corriendo. Observó aún por donde él se fue.

¿Qué habrá sucedido? Ojalá su hermana esté bien.

Acabo de vestirme y desenredo con rapidez mi cabello para no perder más tiempo, ya que no quiero terminar tan tarde. Tomo mi celular para mandarle un mensaje a Alastor.


Yo: ¡Hola! Hoy voy a terminar más tarde en el trabajo ¿Quieres venir y luego te invito una cena?


Le doy enviar y me muerdo el labio. Me siento tan extraña respecto a lo que sucede entre Alastor y yo, en verdad intente mentalizarme con que "solo es sexo", pero no puedo evitar sentirme tan bien. Tener esa sensación de calidez que no experimentaba con Chris, nunca me había sentido tan bien con alguien como lo hace él.

No quiero que me guste, no necesitó ilusionarme. No quiero caer.

Una vez que estoy lista, me apresuro a comenzar a ordenar todas las cosas que habíamos utilizado el día de hoy ¡Por dios! No pensé que eran tantas, luego tuve que limpiarlas y barrer el suelo. A todo esto se habían hecho las diez de la noche. Me siento en la escalera del pequeño ring, exhausta, y reviso mi celular en el cual no había ningún mensaje. Ni siquiera de Alastor.

Ramé (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora