𝟐𝟎. 𝐊𝐀𝐈𝐑𝐎𝐒

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Capítulo 20

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Capítulo 20




30 de abril.




Me remuevo incómoda y observó a los costados, asegurándome de que nadie esté viendo hacia aquí. Como si a alguien eso le importara.

El portero suelta un pitido anunciándome que puedo entrar y abro la puerta, lo dudo un par de segundos y miro hacia atrás pensativa.

Quizás podría salir corriendo...

Pero sería peor luego.

Respiro hondo, sabiendo que me voy a arrepentir de esto probablemente más tarde. Camino por los pasillos del edificio y después de tomar el ascensor, llego a mi destino.

El apartamento de Alastor.

Golpeó la puerta y juego con uno de los mechones de mi cabello de forma inconsciente, hasta que me doy cuenta de lo que hago y lo suelto bruscamente. Tomo pequeñas respiraciones intentando mantener la calma y mentalizándome con que esto realmente no es nada. Es simplemente una cena casual y ya.

La puerta se abre y aprieto mis labios al ver su sonrisa resplandeciente, malditas seas, no puede ser tan sensual haciendo absolutamente nada. Que fastidio me genera. No me da mucha oportunidad de decir algo, toma mi mano y tira de mí haciéndome entrar al departamento.

A un apartamento en donde estaremos completamente solos.

— Te estabas deslumbrando demasiado con mi belleza, te ibas a quedar tonta.

Le doy un puñetazo en el hombro sacándole un quejido, cierra la puerta detrás de mí y me guía hacia la cocina en donde hay un aroma delicioso. Hasta recién noto que llevaba un delantal que dice "el mejor y más sexy cocinero", ruedo los ojos con diversión y me acerco hasta la mesada junto a donde él cocina, para apoyar mi trasero. Él parece concentrado revolviendo algo en la sartén.

— Sería tan fácil si pudieras comer unas hamburguesas – digo con dramatismo haciéndolo reír.

— Créeme que pensé en eso – Se mueve hacia atrás y abre la puerta del horno, saca una bandeja de dentro de este mostrándome lo que parecen discos de carne aunque él me explica que no son de carne, sino de un componente nutritivo que reemplaza la carne —. Son deliciosos.

— Nunca lo he probado.

— Lo sé, pero te aseguro que con esta comida te volverás más loca por mí.

— No estoy loca por ti – Le afirmó cruzándome de brazos y vuelve a reírse mientras me mira divertido — ¿Qué?

— Que no te la crees ni siquiera tú.

Ramé (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora