Ramé: Algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo.
Él es hermoso
Ella es caótica.
Ramé carece de traducción al español, pero su significado expresa algo caótico y perfecto al mismo tiempo.
Su definición puede ser fácil de entender y se puede apli...
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Capítulo 23
05 de mayo.
Nunca conocí personas tan desastrosas como mis amigos.
Tienen sus cosas buenas, no voy a negar eso, son famosos, sensuales, inteligentes, perspicaces y alguna que otra pendejada que ellos suelen decirse, ¡Pero diablos! Son increíblemente desordenados, todos ellos.
También me incluyo.
Pero mientras yo me mantengo sentada en el sofá de la sala de Pyros, ya vestida y lista para la fiesta, ellos siguen peleando o vistiéndose.
Pyros discute con Ada sobre cómo ha dejado toda la ropa en el suelo, ella lo culpa a él de que el baño estaba ocupado por Alastor. Aunque eso no pareció importarle demasiado a Anabella porque se metió igual.
— ¡Ya déjame cambiarme!
— ¡Pero estás en la cocina!
Se escucha un ruido seco y sé perfectamente que Ada lo golpeó con uno de sus zapatos, lo confirmó cuando viene viéndose muy molesto. Se sienta junto a mí, con los brazos cruzados, y parece un niño adorable.
— Tu amiga está loca.
— También es tu amiga – Le recuerdo y me encojo de hombros. Como si yo pudiera hacer algo contra ella.
— Dime ¿Quién carajos se viste en la cocina? ¡Quiero mi cerveza!
— Iremos a una fiesta – Le recuerdo acomodando las cintas de mis zapatos y hago una mueca, estaban un poco incómodos. Pero me habían salido malditamente caros y por eso iba a usarlos –. No sé para qué quieres consumir más alcohol desde ahora.
— Para soportarlos a ustedes.
Le doy un puñetazo en el hombro y suelta una risa mezclada con un quejido. Ada sale de le cocina ya vestida con un simple top brilloso negro, short tiro alto del mismo color y unas botas militares hasta debajo las rodillas. Con el rubio hace como una especie de duelo de miradas y terminan haciéndose señas obscenas. Ruedo los ojos y me sobresalto con el grito de Anabella.
— ¡Clarisse! – Chilla apareciendo por el pasillo, está ligeramente sonrojada — ¡Tienes muchísima suerte!
— ¿Por qué? – Pregunto sin entenderla.
— Acabo de verle el pito a Alastor ¡Joder! Es enorme, aunque no he visto muchos pitos en mi vida – Se voltea hacia el pasillo donde efectivamente viene Alastor, solamente en bóxer —. Cariño ¿Cuánto te mide?
