Ramé: Algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo.
Él es hermoso
Ella es caótica.
Ramé carece de traducción al español, pero su significado expresa algo caótico y perfecto al mismo tiempo.
Su definición puede ser fácil de entender y se puede apli...
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Capítulo 17
18 de abril.
Bajo del auto y hago una ligera mueca cuando el viento me golpea en la cara, es un viento salado, típico de playa. Me muevo a un lado para que Anabella salga y ella parece más que feliz con todo esto.
Hemos viajado por horas y no ha dejado de hablar, así que cuando Ada sale del auto, ella casi se va corriendo para que no le golpee la cabeza contra una roca. Suelto una risa al escuchar el gruñido de mi mejor amiga y pasó un brazo por sus hombros.
— Venga, puedes ahogarla luego en el agua.
Eso parece hacerla un poco feliz porque sonríe y podemos avanzar sin que asesine a nadie, por ahora. Caminamos por la arena hasta llegar a la enorme mansión en la que hoy estaremos celebrando. Las puertas están abiertas y eso me hace fruncir el ceño, estos ricos que no le temen a los robos. Entramos por la enorme puerta principal y lo primero que oigo es música, no suena tan alto como para aturdirnos, sino que tiene el volumen suficientemente bajo para que puedas hablar como una persona normal.
— ¡Espera! – Los gritos y risas se escuchan de la cocina, así que arrastró a mi mejor del brazo hasta ahí.
Cuando entramos Pyros se encuentra revolviendo los rizos de Anabella, que no deja de intentar sacárselo de encima riendo. Alastor se halla viéndolos con una sonrisa divertida y se mete una uva en la boca, es quien primero nota nuestra llegada.
Se acerca a mí y antes de que pueda alejarme, envuelve sus brazos alrededor de mi cuerpo. No correspondo el abrazo, de hecho intenté apartarme, pero su perfume es demasiado delicioso.
— Me sorprende que no me golpees.
— Cállate y apártate.
— No, un poquito más – Ríe escondiendo su rostro en mi cuello y cuando desliza su nariz por este dándome un escalofrío, le doy un empujón que termina por apartarlo.
— ¿Qué haces?
— Nada – Responde dando una sonrisa inocente y ruedo los ojos, pasó de largo y me acerco a saludar a Pyros.
— Tenemos hamburguesas – Dice luego de que todos nos saludemos y nos acomodemos en diferentes partes de la cocina, yo me encuentro sentada en la mesada de mármol balanceando mis piernas de adelante hacia atrás.
— Perfecto ¿Estaremos todo el día aquí? – Pregunta Ada estirando sus piernas en el suelo.
— Debemos decorar para la fiesta, así que sí. Aunque podemos ir a la playa... — Sugiere Alastor y niego repetidamente con la cabeza.
— No gracias, prefiero quedarme decorando.
— ¿Por qué? – El rubio frunce el ceño preguntando y mordisqueó la piel de mi dedo pulgar sin querer responderle.
