Capítulo 6: Excursión subacuática

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«Silenzio, Bruno. Silenzio, Bruno!!»

No paraba de pensar Alberto una vez Luca se dio la vuelta para poder verle.

Se acercó hasta el más bajo y le tomó de las manos, dejando con sus pulgares unas suaves caricias para tranquilizarse a sí mismo y, a la vez, tratar hacer que lo que estaba por venir no fuera algo agobiante para él menor.

«Tú puedes, Alberto. Silenzio Bruno!»

— ¿Me concederías el honor de ser tu novio?

Parecía que el tiempo se había congelado alrededor de ambos, pues cada segundo que pasaba en aquella fija mirada se sentía igual a como si llevara meses o años observándolo. Su corazón no paraba de latir, había soñado muchas veces con un momento así desde que descubrió su amor hacia Alberto, pero por mucho que lo deseara, jamás creyó que el día llegaría tan pronto, ni siquiera pensó que Alberto fuera a corresponder sus sentimientos hacia él.

De repente, sus lágrimas comenzaron a abandonar sus ojos, bajando una tras otra por sus mejillas. No sabía por qué lo hacía, pero no podía parar.

Finalmente regresó a la realidad y pudo deshacer aquel nudo que se le había formado en la garganta para poder darle una respuesta a la proposición del más alto. Primero asintió un par de veces con la cabeza y después simplemente se abalanzó hacia Alberto y le rodeó el cuello con sus brazos, teniendo que ponerse de puntas para poder alcanzarlo.

— ¡Sí! — Entonó con gran euforia y pudo sentir como las manos de Alberto se deslizaban desde su espalda a su cintura para apagarlo aún más a su cuerpo.

Recargó su rostro en el pecho de Alberto y pudo sentir lo acelerado que estaba su corazón. Alberto se sentía inmensamente feliz, al igual que Luca (aunque esto no lo sabían ninguno de los dos), había soñado con poder confesarle sus sentimientos, y el hecho de ser correspondido por la persona que amaba le hacía sentir que, estando juntos, nada ni nadie podría contra ellos.

Si por ambos fuera, ese abrazo no daría fin en lo que quedaba de la noche, pero después de unos minutos fue Alberto quien abandonó el cuerpo del más bajo, pero no sin antes tomarle del mentón para darle un corto y suave beso en los labios.

— Vamos, deben estar esperándonos para la cena. — Dijo Alberto y tomó a Luca de la mano para guiarlo a la salida, pero se detuvo un momento a la hora de abrir la puerta.

Alberto se dio la vuelta y miró a Luca con cierta confusión. Luca le devolvió la mirada, parecía sentir lo mismo que él más alto.

— ¿Quieres mantenerlo en secreto? — Le preguntó Luca a Alberto.

Alberto solo asintió y después dijo:

— No sé cómo se lo pueda tomar Massimo, no deberíamos arriesgarnos hasta estar seguros, ¿te parece?

— Claro, pero, creo que no podremos hacer lo mismo con Giulia. — Murmuró Luca con una sonrisa en los labios, y Alberto de inmediato supuso a qué se refería con eso.

Alberto volvió a lo que estaba haciendo y tomó el picaporte de la puerta para poder abrirla y que de esa manera ambos pudieran bajar a cenar. Sin embargo, ambos se sobresaltaron cuando al abrir la puerta encontraron ahí parada a su amiga, que pareció haber escuchado cada detalle de la plática entre los dos muchachos, pues cuando ambos salieron de la habitación ella comentó:

— ¡Finalmente!, creí que nunca se lo pedirías - Soltó y golpeó amistosa el hombro de Alberto. —. Y descuiden, si ustedes así lo prefieren, yo no le diré nada a mi padre. — Continuó. —. Pero no deberían temer de él. Aunque es poco común ver parejas del mismo sexo por ahí, él los quiere como si fueran sus hijos, y estoy segura de que aceptará su relación.

Amore Mio ᭥ ᭄ LubertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora