Capítulo 25: Solos y juntos

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La mañana de navidad todo el mundo en la casa estaba manos a la obra.

Mientras Luca, Alberto y la madre de Giulia se empeñaban en preparar los ingredientes para los platos principales de la cena, Giulia y su padre se ocupaban en el comedor para preparar los que serían los postres.

Todos estuvieron dando vueltas por aquí y por allá durante horas hasta que todo quedó casi listo y los padres de Giulia ordenaron una tregua para poder subir a alistarse.

A las 20:34, ya estuvieron todos cambiados y listos para la cena.

El ambiente de la casa era lo que cualquiera esperaría de una cena navideña tradicional: adornos por doquier, el árbol de navidad en la sala de la cada, abundante y deliciosa comida puesta a lo largo de la mesa, la música típica de la ocasión y, cómo no, la familia completa y reunida en la casa.

La cena fue magnifica y a las 23:13 de la noche fueron a sentarse a la sala, alrededor del árbol navideño que Alberto y Massimo habían traído. Al pie de este había cinco cajas de
distintos tamaños y formas, envueltas con lindos y brillantes papeles de colores con moños también de colores diferentes.

— ¿Podemos comenzar a abrirlos? — Preguntó Giulia.   

Estaba impaciente por descubrir lo que le regalarían.

— No veo porqué no. — Asintió Massimo y Giulia soltó un chillido de emoción.

El gran hombre se puso de pie y
caminó al árbol para levantar uno de los cinco regalos que reposaban en el suelo; uno mediano y envuelto con
papel de color violeta con un listón celeste. Se acercó hasta donde se
encontraba sentada su hija y le extendió el obsequio diciendo:

— Este es de parte de tu madre y mio. — Dijo y dejó la caja en las piernas de su hija para después besarle la frente con cariño y regresar a sentarse junto a su esposa.

Giulia sintió su corazón acelerado. Había olvidado la ultima vez en que
sus padres le habían regalado algo de parte de ambos.

Impaciente, tiró del listón y desenvolvió el obsequio solo para extraer de el un pequeño paquete que en su interior contenía lo que parecía ser un álbum fotográfico. Acto seguido, tomó el libro del lomo y lo ojeo un poco para observar su contenido. Las lagrimas se asomaron en su rostro con cada pagina pasada.
Había fotos de ella cuando bebe junto a sus padres. Recuerdos de cuando nació, cuando dijo sus primeras palabras, cuando dio sus primeros pasos, cuando montó una bicicleta y cayó, cuando logró pedalearla sin ayuda de sus padres, e infinidad de recuerdos más.

Cerró el libro y se limpio las lagrimas con el dorso de su mano. Sonrió a sus padres y con la voz temblorosa les dijo:

— Me encanta, muchísimas gracias.
Sus padres le devolvieron la sonrisa y asintieron a su hija.

— ¡Bueno, es mi turno! — Anunció Giulia y se acercó al árbol para tomar uno de los cuatro regalos restantes; una caja rectangular envuelta de
color rojo con un listón blanco. Se acercó a Luca y le extendió el obsequio a su amigo. Luca se levantó
de su asiento y tomó el regalo para después abrazar a la pelirroja.

Los dos tomaron asiento de vuelta en sus sillas y Luca desenvolvió el
presente para extraer un paquete de estrellas para paredes y techos que
brillan en la oscuridad.

Su rostro se ilumino de solo pensar en cómo se vería su habitación con
esas decoraciones pegadas en ella.

— Fue difícil conseguirlas, espero que te gusten.

— ¡Son increíbles! ¡gracias, Giulia!

Ahora era su turno.

Luca se levantó y tomó el regalo de menor tamaño; una pequeña caja
envuelta de color azul con un listón amarillo. Se acercó a la madre de
Giulia, le extendió el regalo y dijo:

Amore Mio ᭥ ᭄ LubertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora