Capítulo 11: Comienza la carrera

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El gran día finalmente llegó y las palabras no alcanzaban para describir lo nervioso que Luca se sentía por motivo de la carrera (preocupación que ni Alberto ni Giulia presentaban).

Aunque tenía en cuenta que durante los últimos entrenamientos lo habían hecho más que espectacular, que hasta habían roto varias marcas, sentía que toda la presión por obtener la victoria le terminaría jugando mal durante la competencia.

— Repasemos el plan por última vez. — Sugirió Alberto e hizo un ademán a los otros dos para que se aproximaran a él.

Ambos muchachos no tardaron nada en acercarse a donde Alberto estaba. Habían decidido quedarse ese día en casa en vez de ayudar a Massimo con la pesca para poder estar más que listos y dispuestos a la hora de la carrera.

— Giulia irá primero, en la tarea de podar los corales — Giulia asintió con la cabeza a las palabras de Alberto y después este prosiguió. —. Lo único que tienes que hacer para que todo marche de acuerdo al entrenamiento es no dejar que el cangrejo se acerque a tu burbuja, si la pincha, Luca y yo no podremos intervenir — Hizo una pausa para sostener uno de los hombros de la pelirroja. Tenía la confianza en que podría con ello por su cuenta. —. Eres veloz y ágil bajo el agua, eso será más que suficiente para que, cuando llegues con Luca (que será el siguiente), podamos compensar las distancias con la inteligencia de Luca. — Alberto dejó el hombro de Giulia y ambos se giraron para mirar a Luca.

Se formó una leve pausa. Momento que Alberto aprovechó para acercarse al de menor estatura para tomarle de la misma forma en la que lo había hecho con Giulia, aunque con clara empatía en cada una de sus facciones.

— La tuya al ser una prueba impredecible, puede que sea la tarea más difícil de todas — Musitó Alberto. —. Y es por eso que acordamos que seas tú quien deba llevarla a cabo. Ni Giulia ni yo estamos hechos para eso, no como tú sí que lo estás.

Luca miró con fijeza los centelleantes ojos de su pareja. Era como si mirarle de aquella forma tan hipnotizante le proporcionase la fuerza en su ser que tanto necesitaba para dejar a un lado todo el estrés de perder o ganar.

Para finalizar, Alberto se separó de ambos, yendo al otro extremo y terminando el circulo que los tres formaban. Era su turno de hablar sobre su prueba.

— Yo iré al último — Dijo por fin. —. Soy el más veloz de los tres. Además, es lo único que sé hacer que pueda ayudar en alguna de las pruebas, así que daré lo mejor de mí para no estropearlo.

Miró finalmente a ambos y estos asintieron como respuesta. Una vez más, acercó su mano al centro del círculo. Los dos miembros restantes del grupo hicieron lo mismo y a la cuenta de tres hubieron levantado las manos al techo diciendo el nombre de su equipo en alto.

¡Relegados!

El trio subió, gallardo, cada quien a su respectiva habitación en busca de los trajes de baño más ligeros que tuvieran. Luca y Alberto habían acordado en utilizar solamente un short bañador, pues creían que una camiseta solo entorpecería sus movimientos. En cambio, Giulia utilizaría un traje de baño de una pieza y para su burbuja, Luca se encargaría de inflar una que solamente cubriera la nariz y boca de la pelirroja, de ese modo no sería tan estorbosa a la hora de nadar.

Ya vestidos y listos para partir, llenaron de alimento los tazones de Caligola y sus descendientes para después salir al patio a esperar al par de invitados que los acompañarían a la carrera.

Guido y Ciccio no tardaron en aparecer por la entrada para acercarse a saludar a los Relegados con un par de abrazos y apretones de manos.

— Luca, pareces un fantasma, ¿seguro de que estás bien? — Inquirió Ciccio acercándose al de risos.

Amore Mio ᭥ ᭄ LubertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora