-Quédate quieta.
-...
-¿No vas a decirme nada?-preguntó Helios seriamente- no es propio de tí.
Nerea quedó en silencio, no dijo ni una palabra. Tan solo se limitó en negar con la cabeza mientras su mente vagaba por otros pensamientos mucho más serios y misteriosos que Helios no podría nunca descifrar.
HELIOS
-Zhata, ¡fuiste disparada por alguien hace pocos días y aún no nos dices de quién se trata!
-No quiero hablar de eso.-contestó Nerea.
Su mirada estaba concentrada y no del todo apagada. No quería forzarla pero su primo me obligó a sacarle algún tipo de información pues él no se quedaría de brazos cruzados. Hace unos días fue disparada por una persona que según ella no reconoció.
Pero a mi no me engaña, había algo más detrás de todo eso.
-Helios.-susurró Nerea.
-¿Sí?.
-Mi primo matará el que me haya hecho esto, ¿verdad?
-Eso no lo dudo. ¿Por qué lo preguntas?
-¿Ya les diste el informe completo de mi caso?
-No, aún no. Aún me falta obtener los datos concisos de ciertas pruebas.
-¿Como por ejemplo el tipo de bala?-sentenció nerviosa.
-Exacto, tengo mis teorías pero para ello debería estudiar más de cer..
- ¡9 x 19 Parabellum!-gritó de repente Nerea pálida y angustiada.
-¡¿Qué?!¿¡Sabías el tipo de bala!?
-La bala no llegó a incrustarse en mi brazo, fue por eso que cuando salió corriendo me acerqué a la bala tirada para ver su calibre y así despejar mis dudas.-gimió Nerea.
-¡Pero ese tipo de balas son muy antiguas, la única arma capaz de funcionar a la par son..
-La Walther P38.-sentenció Nerea seriamente mientras volvía verme a los ojos.-Charles los dos sabemos que solo hay una persona que utilizó esa arma en la organización.
Quedé pasmado, sorprendido, asustado. Mi mente no quería creer lo que acababa de escuchar. Nerea me miraba con decisión y angustia, deseosa de saber lo que iría a responder.
-¡Nerea!-exclamé cogiéndola de los hombros-¡¿HA SIDO SHIRO!?¡DIME LA VERDAD!
-¡Shhhh!¡No alces la voz Charles!-advirtió.-Sí, así es.
-¡Entonces no está muerta!.-exclamé contento-Espera, pero si ella te disparo...¡fue porque la descubriste y la molestaste de más!
-¡Hey yo pensé que me irías a agradecer!-dijo Nerea indignada-pero bueno, tal vez sí me pasé un poco...
-Para que te disparara creo yo que tuviste que estarla acosando.-dije molesto.
-Aún así, por una parte me siento entusiasmada. ¡He sido disparada por la mujer que admiro!
-...A veces no te entiendo Nerea.
-Me has llamado por mi nombre-sonrió Nerea-¡qué nostalgia!.
-Creo que las cosas importantes se deben decir con pelos y señales.-contesté restándole importancia- Pero ahora no sé que voy a poner en tu informe...
-¡Charles por favor no se lo cuentes a nadie!¡Si la organización se enterara que continúa viva irán a por ella!
-No te preocupes, yo me encargaré de eso. Tu debes empezar a pensar en una buena historia, una que sea fácil de creer a los ojos de tu primo.
-Eso será difícil, si le dijera que reconocí a una persona él no dudaría en matarlo. No quiero matar a alguien inocente.
Espera...
-Un momento-interrumpí sentándome frente a frente suya-¿Nerea acabas de decir que no quieres matar a alguien?¡Tú nunca dirías eso! Conozco muy bien que lo que más te gusta es derramar sangre inocente.
-Bueno pero...no me gustaría culpar a alguien inocente sabiendo que es mi culpa. Yo no soy tan mala como para llegar a ese punto, ¿no?
-No, tú no eres así. Pero la verdad es que tú no deberías ser de esta organización.
-¡¿Por qué no?!-exclamó enojada.
-Porque tú no naciste para crear violencia Nerea. Tú tienes la esperanza de un futuro más grande y digno. No manches tus manos con sangre, eso es todo lo que te puedo decir.
Ella se quedó sorprendida, callada. Hice un gesto con mi mano y ella se sentó en la camilla, yo cogí mis informes y continuación salí del laboratorio cerrando con llave. Nerea sabía que no debía salir bajo ningún precepto.
Seguí caminando por los blancos pasillos iluminados, en cada esquina había un hombre armado y vestido de negro, la seguridad se había duplicado. Lo factible era que ninguno me pedía identificación pues sabían quién y en qué posición estaba situado.
Seguí avanzando hasta llegar a una puerta metálica y algo oxidada. Respiré y le dije al guardia que el capitán 9420 me había llamado. El guardián al igual que yo temblamos al escuchar su nombre y rápidamente me abrió el paso. La puerta se abrió expulsando un fuerte olor a cigarrillo negro y venenoso que apenas podía evitar respirar.
Mientras me iba adentrando en la oscuridad poco a poco iba visualizando una alta silueta negra que me esperaba al fondo. Con una mirada cortante y un parche negro, el capitán Jerk, primo de Nerea, me esperaba pacientemente mientras en su rostro se dibujaba...
Una maléfica sonrisa.
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El Guardián de la Llave [CRISTIANA Libro II de la Trilogía "El Libro Secreto"
SpiritualUna llave...una puerta... Ante el abandono de Abigail a su fe, Arthur emprende una dura responsabilidad. Guardar y proteger la llave con su propia vida además de predicar a todo aquel que necesite de una palabra que cambie su vida. Por otro lado, el...