Las apariencias cambian © [ Yaoi/Gay/BL ]

08

—¿De dónde consigues el sushi? —llevo otro a mi boca, frunciendo el ceño.

—Es un secreto —vuelve a decir, como las otras veces.

Yoshida consigue sushi en el instituto y no me quiere decir de donde carajos lo saca o quien lo hace. ¿Por qué se está haciendo el misterioso? Es tan molesto, es un enano muy molesto.

—Otra vez con eso.

—Tu solo come.

—Lo voy hacer pero que conste que todavía quiero saber —le señalo con los palillos, él sonríe. Esos dorados ojos se vuelven dos líneas negras, que adorable se ve.

—Algún día te contaré de donde saco el sushi —me encogo de hombros, dejando algunos rollitos en el envase —¿No vas a comer más? —me pregunta. Niego con mi cabeza.

—Ya estoy lleno.

—Pero solo quedan tres, terminate lo —vuelvo a negar.

—Ya no puedo comer más.

—¿Por qué comes tan poco? —cuestiona, dejando su codo apoyado en su pierna cruzada, reposando la mejilla en su puño —Estás muy flaco.

—No tengo gran apetito —contesto.

—¿Cual es tu comida favorita?

—¿Por qué quieres saber eso? —inquiero, levantando una ceja, cerrando el envase.

—Solo es curiosidad.

Vuelve a sonreír, ladeando su cabeza.

—La pasta de salsa blanca —termino por responder.

—La mía es el pollo frito.

—Ah bueno, para saber —revoleo mis ojos.

—¿Qué fruta te gusta más?

—El tomate.

—Eso no es una fruta.

—Sí es una fruta —se rie, cubriendo su boca con su puño, de manera divertida.

—No lo es, es un vegetal —repite.

—Igual me gusta.

—¿Por qué? —¿se está burlando de mi?

—Sabe...bien, creo. Lo como con mayonesa así el sabor es mas... —se comienza a reír con fuerza y estrecho mis cejas —¿Te estás riendo de mi? —cuestiono.

—¡Lo siento! No puedo evitarlo —se sigue riendo —¡Mayonesa! Eso es asqueroso —exclama. 

—Si lo pruebas podrías cambiar de opinión —me vuelvo a encoger de hombros.

—Me gusta el tomate pero con mayonesa no, ew.

—Es un gusto raro, sí, lo sé.

—¿Raro? Yo diría que perturbador.

—No es algo para asustarse, hay personas que comen cosas más extrañas —me encojo de hombros, con indiferencia.

—Ya es hora de ir a clases ¿vienes? —estira sus brazos sin levantarse todavía del pavimento.

—Sí, creo que sí.

Nos levantamos del suelo y sacudo mi ropa.

—Espera... —se acerca a mi y con el dorso de su mano me limpia la boca lentamente —Ya está —sonríe, cerrando sus ojos de por si.

—Gracias.

Salimos de la azotea y bajamos las escaleras lentamente, en el pasillo cuando caminamos hacia nuestro salón veo a Heather caminar hacia nosotros, cubriendo su rostro con su brazo mientras camina con lentitud.