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—Mami, tengo problemas para dormir ¿me das pastillas? —mi madre me observa como si le hubiera dicho que me perforé un pezón y que me hice más de quince tatuajes.

—No.

—Mamiiiii...no logro dormir y estoy cansado de intentarlo —me quejo, acercándome a ella.

—Duerme más temprano y lo conseguirás.

—Ya lo intenté, hice de todo y nada, en serio —hago un puchero con mis labios. ¿Por que ella no nota que soy más ojeras que cara ahora? Me estoy pudriendo de sueño pero aun así por alguna razón no logro dormir.

—De acuerdo —finalmente acepta.

—Gracias, gracias, gracias.

Como es sábado planeo dormir toda la tarde y noche, quiero pasar todo el día haciendo nada, solo recuperando mi sueño perdido.

—Tengo que salir ahora, tu papá vendrá hacer la cena —me dice, pasandome el pequeño envase con las pastillas —Solo toma te una ¿Entiendes? —asiento por mi parte.

—Solo una —repito.

—Ya me voy.

Me planta un sonoro beso en la mejilla y luego toma su bolso para irse. Me termino la comida con pereza y, me tiro en el sofá. ¿Debería de dormir aquí mismo? Ya me está dando mucha flojera subir las escaleras hasta mi habitación.

Prendo el televisor buscando alguna película o serie que estén dando.

La ganadora resulta ser Charlie y La Fabrica de Chocolate. Recuerdo que la primera vez que vi esta película me dieron miedo los oompa loompas, tenía como ocho años en ese entonces.

Ding dong.

Resoplando, me levanto del sofá rezando en mis adentro que no se trate de alguien que conozco porque no tengo ganas de rechazar a nadie y, mucho menos de salir.

—Hola, Alex.

—Yoshida, ¿no tienes vida propia? —sonríe.

—Si tengo pero, pasaba por aquí y quise preguntarte si querías venir al cine conmigo. Bueno, irán Mika y Toru también —contesta. Se ve muy feliz hoy.

—No.

Cierro la puerta.

Me devuelvo al sofá, él abre la puerta entrando.

Debí ponerle seguro.

—¿Qué andas haciendo que no quieres salir? —me pregunta, acercándose al sofa donde estoy.

—Estaba por irme a dormir.

Pongo el pequeño fresco de pastillas en la mesita frente a mi.

—¿Qué es eso?

—Es para que pueda dormir por fin, no lo consigo y me está matando.

—Ah, que mal. Con razón te ves tan cansado.

Yoshida se sienta a mi lado como si le invité hacerlo.

—Estabas viendo una película también ¿por eso no quiere ir al cine?

—Yoshida, joder, callate.

—Solo porque es tu casa lo voy hacer.

Suspiro cerrando mis ojos un breve momento. La película sigue su curso y Yoshida saca su celular quien sabe para qué. Solo me quedo allí rezando por dormirme. De verdad, nunca en mi vida había tenido un insomnio tan largo, normalmente pasaba días enteros sin dormir por mi terapia pero ahora, ahora no estaba en terapia y me estaba costando tanto.

Las apariencias cambian © [ Yaoi/Gay/BL ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora