Capítulo 20: Culpa.

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— Poco a poco fue abriendo sus ojos pudiendo ver como sus párpados le daban a ver una habitación completamente roja, con decoración amarilla y celeste, sin mencionar la cantidad de posters de famosos que habían, fue hasta ahí en que se dio cuenta de que esa no era su habitación, claro que no. Sus ojos se abrieron de golpe intentando orientarse o si quiera reconocer algo que le hiciera recordar donde rayos estaba ¿Como mierda había llegado allí? ¿Que era eso? Y lo mas importante ¿porque demonios estaba ahí?

Refrego varias veces sus ojos hasta notar que a su lado la cama se hundía. Claramente, ahí había una chica de cabellos negros y la piel morena, completamente dormida, no fue hasta que le vio la cara cuando noto que era una de sus colegas en la tienda donde había trabajado ¿Se habían acostado? Ah...claro que si, ambos desnudos en una cama donde el olor a sexo y sudor seguían en el ambiente, era mas que clara la respuesta. Intento sentarse sin despertarla pero no pudo porque  de pronto un mareo ataco con una puntada en la nuca, rayos dolía  pero debía salir de ahí cuanto antes.

Al levantar la sabana gris con diseños floreados en rojo y blanco noto algo raro en su intimidad. ¿Sangre? Volvió a pasar sus dedos por el largo del falo y los llevo hasta sus narices, exactamente ese olor metálico le confirmo lo que pensaba. Con un pañuelo limpio aquello completamente asustado ¿y si esa tipa le había desgarrado el pene?
Joder, joder. Lanzo el papel al suelo y comenzó a ver si volvía a sangrar, absolutamente nada, entonces notó un condón a lo lejos y abrió mas la cama encontrándose con el centro de todo eso, la muchacha era virgen...tal y como habían dicho siempre y él se la había quitado ...tal vez como.

Se vistió rápidamente y escribió una nota que dejo a un lado del velador » Si me dieran a elegir entre follarme una muñeca inflable o , sin duda elegiría lo primero. Que asco me das, no vuelvas a buscarme porque juro que vomitare con solo verte«

Cerró la puerta de vidrio tras de si dejando atrás todo aquello. ¿Como es que había pasado eso? ¿Como se había dejado?—  KyungSoo...—Murmuro mordiendo con fuerza su labio inferior ¿Contaba aquello como engaño? ¿Aún cuando el no estaba consciente? Le pedía a Dios que no fuera así. Mientras avanzaba apurado y tomaba un taxi vió su celular "35 llamadas perdidas de Mi Baby Soo" "15 mensajes de voz" "19 mensajes de Mi baby Soo" "113 mensajes en whatsapp" — Mierda, mierda — Susurró moviendo su pie impacientemente en el vehículo. — ¡Hyung!— Exclamó por fin, cuando el mas bajo le contestó la llamada. Tenia la voz temblorosa y se quebró en cuanto le pregunto en como estaba...Como le dolía — Estoy bien Hyung, por favor no se preocupe, anoche no llegué a casa porque me quedé con unos amigos...me encontré con unos chicos que no veía hace mucho, me invitaron a alojar y acepté — Todo aquello había salido rápido y natural ¿Se habría dado cuenta? Deseaba que no. Desde que había entrado en el transtorno alimenticio se había vuelto realmente bueno mintiendo además de lo rápido pensando.— Lo lamento, no quise despertarlo además no tenia saldo suficiente como para un mensaje — Abrió la puerta del taxi y bajó ya buscando las llaves en su bolsillo— si ya voy, me paso a cambiar y voy a allá ¿vale? Nos vemos — A penas cortó la llamada entró como un relámpago en la casa dando vueltas todo para encontrar algo formal, hoy le daban la bienvenida y el estaba muy, muy atrasado, no alcanzaría a ducharse así que solo se cambio de ropa.

Save me •Kaisoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora