Save me •Kaisoo•

Capítulo 9; Núcleo

Todo se encontraba perfectamente ordenado, todas las hojas, fotos y hojas de libros y revistas se encontraban ordenadas en una caja de plástico morado  transparente. Los platos que parecían estar pegados en el sarro estaban brillantes en la cocina. Comida putrefacta,  colillas de cigarros en el basurero, toda la ropa lanzada en cualquier parte, ahora se encontraba perfectamente doblada en el closet como debía ser, él menor quién, había bañado y alimentado ahora se encontraba acurrucado bajo las sabanas y un plumón celeste que el mismo Do le habia traído. Este dió un largo suspiro y se sentó encima de un mueble largo parecido a un sillón pero pronto notó que era un baúl, sabía que no debía revisar ni nada por el estilo pero, joder la curiosidad lo mataba así que antes de decirse un no ya se encontraba registrando el mueble.

Cuadernos llenos de polvos, libros sobre dietética, una caja llena de pastillas entre ellas laxantes en todas sus formas; en polvo, en cápsulas y en gotas. Una libreta la cual abrió pero deseó jamas haberlo hecho, pero era necesario, era importante tenía entre sus manos el punto del infierno que estaba viviendo el menor. Un diario de vida donde al parecer escribía como se sentía y asi llevar el peso de cada dia.

»Viernes 22 de Noviembre del 2013

¿Que puedo hacer? Quiero  salvarme pero ¿Porque nadie lo nota? Hoy me preguntaron que como habia bajado tan rápido y además agregaron su puto elogio; Mira nada mas, la ropa ahora te queda bien, te ves guapo antes parecias un sapo de lo inflado" ¿De verdad? Sólo me limité a sonreir fingiendo aceptarle que sólo había dejado las masas y azúcar, la verdad es que paso semanas sin comer…me odian, pero es por la envidia ¿Debería dejarlo? Es una de las preguntas que me hago siempre, pero el miedo de volver a engordar me mata.

Peso; 54

Desayuno: 1 café (5 kcal)

Almuerzo; 100 gr de manzana(53 kcal)

Cena; 2 vaso de agua (0 kcal)

Total de calorías; 58 kcal.«

Un escalofrío desagradable lo recorrió por completo haciendo que mirara de inmediato al moreno quién dormía placidamente. Necesitaba ayudarlo, sacarlo de ahí, no le diría que sabía aquello porque si no tomaria todo a mal y no le haría caso en  nada porque su mente diría; todo lo que dice es mentira, no eres nada de eso, le das lástima por eso te viste en mentiras. Lo haría de manera natural y no le costaria solo recalcaria lo perfecto que era kai para él. Tomó el diario y salió con el no sin antes dejar una nota » En el refrigerador te dejé el desayuno, espero te guste, por cierto, te ves inocente al dormir, deberia ser asi siempre ¿No? Cuidate, nos vemos«

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Deslizó sus dedos por el largo de la tela sin abrir aun sus ojos, extrañamente el moreno sentía un peso mas encima de si, además de que cabía resaltar el calor casi cómodo que lo abrazaba ¿Hace cuánto no despertaba así? Acostumbraba a dormir encima de la cama o solamente tapado con una fina sabana ya que el cuerpo quemaba calorías al intentar mantenerse con una temperatura que lo mantenga vivo, eso lo había estado haciendo desde que había dibujado todo lo que quería. Entreabrió sus ojos su cabeza estaba hecha mil y un pedazos esparcida por todo su cuerpo, dolía, ardía y lo mareaba cuando quería recordar algo concreto.

—Mierda— Jadeó cuando al sentarse cada uno de los huesos de su columna sonaron como si se hubieran quebrado y es que demonios estaba demasiado tenso como para no parecer matraca. Un escalofrío lo recorrió por completo en cuanto sus pies rozaron con el suelo, hace mucho que no sentia la suavidad del linóleo de su cuarto, la última vez que lo había visto fue cuando llegó a vivir hace unos años atrás. Todo estaba completamente ordenado, era algo asi como ese tipo de sueños donde no te gustaría despertar, esa clase de sueños donde daban ganas de respirar al sentir el aroma que te daba un buenos días a través de la naturaleza. Olía a rosas y a vainilla cuando se respiraba a fondo, la luz de la ventana atravesaba en pequeñas lineas la persiana que hacian figuras en el suelo que no tenían forma pero si eran agradables. Deslizó sus dedos por la cuerda que se encontraba en un lado del marco y la tiró tan solo un poco hacia abajo, eso fue suficiente como para que la luz lo cegara, la calidez en su piel fue fascinante, sentía la diferencia entre la luz en su piel y la oscuridad fria en ella, era como dos mundos debatiéndose y él, sin darse cuenta fué abriendo más para dejar que el sol lo abrigara. Entrecerró un poco sus ojos y fue un poco mas allá de lo que se veía encontrandose con pequeñas pelusas y motas flotando en el aire que se movían cada vez que respiraba, era simplemente de otro mundo, pero poco le duro ya que de golpe una pregunta lo atacó ¿Quien había hecho eso? Ya estaba claro que no era un sueño y si lo fuera igual se preguntaria lo mismo, cada vez que entraba en el mundo de morfeo era todo feo, frío y escalofriante ¿podia ser posible que por una vez en tanto tiempo la realidad fuera mejor que la ficción? —KyungSoo…—