— Tomó entre sus dedos el plumón de punta fina negro y jugó con él por unos segundos mientras observaba cada día tachado en el calendario frente a su persona, hoy era el día ocho, así que con cuidado hizo una cruz en el recuadro donde había un número en negritas ''24'' aquel día era un 24 de Abril, donde el frío se propagaba en las calles y la vida se le iba escapando de las manos, siempre era así , año tras año. Apoyó su espalda en el mostrador de la cocina y se quedo unos momentos ahí, un suspiro tras otro fue soltando a medida que iba cerrando sus ojos dejándose llevar por la suave melodía que escuchaba en la radio en aquellos momentos de soledad que lo invadían. ¿Que es lo que estaba pasando con el? ¿Porque aquel sentimiento tan pesado invadiéndolo en un día como ese? Mordió con fuerza su labial inferior y lanzo hacia un lado el lápiz para sustituirlo por un cigarrillo el cual no duro mucho en consumir hasta tener otro y así sucesivamente hasta acabar con aquel paquete que había comprado antes de salir del trabajo. ¿Como iban las cosas con Soo? Bien, ya llevaban casi otro mes cumplido desde aquel incidente con aquellas jóvenes, que nunca mas se cruzaron en su camino; incluso una de ellas desapareció del mapa, pero ¿a quien rayos le importaba? Una menos en el camino, un momento mas junto a el mayor.
Iba a tomar otro paquete de cigarros cuando de pronto una nota se deslizó por debajo de su pared, era de el contrario, era mas que obvio. »Estamos mal pero ¿Y qué? Si el mundo está peor.« Sonrió. Hace algún tiempo el chico cada mañana y cada tarde le enviaba una frase y el debía dibujar o interpretar lo primero que se le venia a la cabeza, así que tomo un lápiz grafito y comenzó a embozar a dos personas tomadas de la mano con la cabeza a gachas, un poco de oscuridad en la manera que miraban y cierto desdén en como se mantenían de pie, pero a pesar de que la unión fuera la menos remarcada, era el centro de todo.
» Aunque no lo creas, te estoy mirando « ¿Qué? Pero ¿Que carajos? Inmediatamente el moreno miró hacia todos lados y pudo escuchar una pequeña risa al otro lado de la pared ¿Estaba jugando con él? Ah, ese Hyung. Tomó el lápiz y respondió » Yo también, hace poco estabas sacándote los mocos «
— ¡Sucio! — Exclamó apoyándose en el closet mientras inflaba sus mejillas, el menor había jugado sucio, se suponía que era su juego y no el de él. —
— ¡Claro que no! — Exclamó lo suficientemente alto como para que el mas bajo lo escuchara desde su habitación » ¡Mocoso! « fue la última nota que recibió de Do cuando la puerta de la entrada ya se encontraba siendo abierta —
— ¡Ven aquí y dímelo a la cara! — Gritó cerrando tras de sí, consigo traía lo de siempre. —
— ¡Eres un come mocos! — Dijo divertido Jongin una vez había bajado las escaleras casi corriendo para llegar hasta la cocina, pero pronto se devolvió cuando lo mandaron a lavarse las manos —
— Niño este — Tomó entre sus manos el pequeño bote de plástico y lo dejo reposar por un momento en la palma de su mano aunque enseguida lo dejó sobre la mesa, justo frente a el otro, ansiaba de alguna manera extraña pegar sus labios sobre el borde y beber aquel cremoso y caliente liquido que contenía en su interior, un buen mocaccino caliente, lo suficiente como para calmar aquel día de lluvia interminable que lo acompañaba junto a el moreno que aparecía justo al otro lado de la puerta con aquella sonrisa tan adorable que le daba cuando estaban solos. —
— Ven aquí que se te va a enfriar — Dijo el de cabellos castaños ya sentado en la silla de madera que hacia homenaje a la naturaleza, puesto que era tan solo un tronco de árbol con respaldo del material; el mismo le había obligado a comprarlo. —
— Soo, Hyung, no se helará porque me demore unos segundos en ir — Refunfuñó arrastrándose hasta llegar a la silla de enfrente donde se dejó caer mientras rodeaba con sus manos aquel pequeño plástico — Eres tan mandón — Volvió a hablar el moreno acercando el vaso hasta sus labios donde se detuvo unos segundos para disfrutar de un momento de aquel aroma tan común y familiar, a diario, consumían aquello, era como parte oficial en su relación. Cada tarde se sentaban en una mesa a tomar de un mocaccino para compartir tiempo entre miradas y sonrisas ocultas tras una que otra palabra o risa fundida en aquel café disfrutaban.—
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Save me •Kaisoo•
عاطفيةDos destinos son juntados en uno solo, él lo amará y él se salvará, pero ¿Sus demonios se irán? El infierno que dibujó, ahora, no lo puede borrar y está fotografiado en sus pupilas.