Elsanna Oneshots

El eco de una conversación muda

― Un, dos, tres, un dos, tres...

Acompañaba cada palabra con una suave palmada cuyo eco resonaba por la enorme sala vacía. Su zapateo acompasado resonaba en la duela de vinilo con cada paso que daba.

El salón de baile era un espacio bastante grande, de unos 15 metros de ancho por unos 25 de fondo y en él cabían perfectamente 50 bailarines sin apretujarse y en el que tres de sus paredes se encontraban cubiertas por gigantescos espejos y una gran barra de metal. Ese día sin embargo, la enorme sala se encontraba prácticamente vacía. El habitual barullo de varios pares de pies que se movían al unísono al ritmo de la música esta vez era sustituido por el eco apagado de la única bailarina que en ese momento interpretaba con soltura una coreografía especialmente difícil.

― Un momento ― dijo Anna y la música cesó de inmediato

Elsa se detuvo en medio de una amplia floritura y cruzando los brazos miró a la pelirroja.

― Esta vez no me adelanté ― dijo Elsa con la voz ligeramente entrecortada por el esfuerzo

― No, no es eso ― Anna cruzó los brazos a su vez y se puso a dar vueltas a su alrededor como si examinara al detalle una escultura

Elsa la siguió a través de los enormes espejos mientras Anna seguía describiendo círculos a su alrededor sin apartar la vista de ella.

― De nuevo ― dijo simplemente y se dirigió de nuevo a su puesto al frente de la sala. ― Desde el estribillo por favor, parte B

Contó hasta tres con voz clara y al momento la música empezó a sonar desde el estribillo.

Elsa volvió a agitar sus brazos con gracia y mover las piernas con una precisión milimétrica al ritmo de la música. Luego de cerca de un minuto la voz de Anna la cortó de nuevo al tiempo que la música se detenía.

― Un momento ― repitió

Elsa se detuvo de inmediato y la miró fijamente.

Una vez más Anna se limitó a mirarla de arriba abajo pero esta vez sin moverse de su lugar durante unos larguísimos segundos.

― De nuevo ― repitió y apuntó una vez más con el control a la pequeña grabadora, ― una vez más desde el estribillo en la parte B por favor

Volvió a contar hasta tres y la música volvió a sonar.

Durante unos minutos el mismo escenario se repitió un par de ocasiones más, con Elsa interpretando el estribillo y Anna deteniéndola justo en la misma parte que las veces anteriores y examinándola con detenimiento.

Finalmente luego de la última pausa Anna se acercó a la rubia que medía unos 10 centímetros más que ella hasta quedar frente a frente

― Tu baile es estupendo como siempre querida, pero estás desbalanceada

― ¿Desbalanceada? ¿A qué te refieres?

Anna simplemente la apartó con un suave empujoncito y cruzando los brazos encima de la cabeza respiró hondo un momento antes de girar sobre sí misma con los brazos extendidos y describiendo complicadas formas con las piernas mientras movía sus brazos al compás de una música que solo ella podía oír.

Luego de unos segundos terminó su demostración y se giró hacia Elsa que no había apartado la vista de la coreógrafa ni un momento.

― ¿Lo viste? ― preguntó la pelirroja, ― Aquí ― dijo mientras abrazaba su cuerpo con ambos brazos y separaba las piernas, ― giras demasiado rápido y cuando pasas a esto, ― giró sobre sí misma y describió un gran 8 con los brazos en el aire al tiempo que movía sus piernas de un lado a otro y de arriba hacia abajo, ― paras un segundo antes y tu giro posterior es más lento.