La oscuridad era agobiante, una oscuridad opresiva y penetrante que parecía colarse por cada poro de su piel, como si la sofocara. Ni un sonido, ni un murmullo, un solo susurro, nada que perturbara aquél silencio tan sofocante. Tampoco había luz, ni un destello clandestino. Todo era negro, no un negro normal, como el de la oscuridad pétrea en la cual, tras acostumbrarse los ojos a ella, podían distinguirse sombras vagas, formas borrosas o siluetas desdibujadas. Aquella era una oscuridad muy diferente. Un negro profundo, sombrío, aterrador. Era como quedarse completamente ciego
De pronto escuchó un susurro en la lejanía, al principio no pudo distinguir lo que era, sonaba como una cascada lejana, como un torrente de agua que corriera por algún acantilado. Luego aquel torrente creció y se convirtió en palabras, parecían susurros y murmullos, gritos e interpelaciones pero no lograba distinguir lo que decían ni el idioma en el que hablaban. Trató de decir algo pero de su boca no brotó ningún sonido.
De pronto las voces parecieron callarse y un solo murmullo lejano y apagado permaneció en la oscuridad, un susurro ininteligible pero incesante.
Intentó correr, acercarse pero sentía como si su cuerpo flotara en la nada, como si no existiera como una masa sólida sino como una simple consciencia
Entonces la voz comenzó a acercarse mientras continuaba con su verborrea incomprensible, siempre susurrando.
Aquello la estaba enloqueciendo, la voz parecía provenir de todos lados y de ninguno, se movía a su alrededor como en espiral y parecía subir y bajar como una ola en mar abierto. Quiso dejar de escuchar pero le era imposible, aquello era como un grito que se originase en su pecho y creciese en su interior
Y entonces distinguió su voz
Era ella, al principio dudó pero sin duda alguna era ella, su voz era inconfundible, aquel sonido cantarín, animado y cálido que la hacía sentir como en casa
Murmuraba
―... así que no te preocupes ¿está bien?
Parecía que sostenía una conversación
― Pase lo que pase, nunca me alejaré, lo prometo
Una conversación que le parecía bastante familiar
― Vamos, quita esa cara, sabes que te amo
Lo sabía, ella también
― Yo también te amo ― escuchó su propia voz pronunciando aquellas palabras
Las lágrimas afloraron a sus mejillas a pesar de su intento por impedirlo, no pudo evitarlo
Recordaba perfectamente aquella conversación, recordaba el lugar, el día, incluso la hora
Su promesa
Entonces la voz se trasladó al otro extremo y una nueva conversación tuvo lugar
Escuchó atentamente
― Perdóname
Era su propia voz
― No tienes por qué disculparte... pero
Sonaba decepcionada
― ¿Por qué...?
"No lo sé"
― No lo sé...
― ¿Hay algo que te moleste? Sabes que puedes decirme lo que sea ¿verdad?
Lo sabía
― No te preocupes, te prometo que no volverá a pasar
Los recuerdos le quemaban la garganta impidiéndole llorar pero las lágrimas seguían brotando sin parar
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Elsanna Oneshots
RomanceHistorias cortas y variadas sobre Elsanna, el ship entre Elsa y Anna, personajes de Disney protagonistas de Frozen Y Frozen II CONTENIDO YURI