Enamorándote en Silencio

2. Antes

"Había una vez un chico que amaba a una chica, y su risa era una pregunta que él quería pasar toda su vida contestando" (Nicole Krauss)

Escucho un auto estacionándose en la entrada y al mismo tiempo un mensaje parpadea en mi pantalla. "¿Está aquí? Por favor di que sí porque estoy a segundos de volverme loco." Sonrío ligeramente ante su exageración, pero respondo apresuradamente. "No enloquezcas, está conmigo."

Casi puedo sentir el suspiro de alivio de Jared al momento en que vio el mensaje, justo en ese momento un par de golpes suenan en la puerta. Me levanto con cuidado de no despertar a Mick que yace profundamente dormido sobre mi cama y me dirijo a la puerta principal. Cuando abro mi puerta la cara ansiosa de Jared aparece, sus cejas se elevan como si preguntara ¿Y bien? Lo que me hace sonreírle.

—Está en mi habitación totalmente dormido —me hago a un lado dejándolo entrar mientras hablo —Tuvo un pequeño percance en el baño hace una media hora, pero estoy segura que fue por el medicamento que aún quedaba en su cuerpo. Necesita dormir para reponerse.

Jared asiente secamente, dándome las gracias con ese gesto y después camina hacia mi habitación. Yo lo sigo un poco después tomándome mi tiempo para admirarme de la increíble lealtad de Jared hacia Mick.

Mick me contó que ellos se conocen desde pequeños, pero no se convirtieron en mejores amigos inmediatamente, a los ocho años Jared tuvo un accidente con su madre en un auto y él fue el único perjudicado, perdió la capacidad de hablar. Y por eso muchos de los niños en la escuela se burlaban de él, excepto Mick, este fue el único que lo defendió vez tras vez de las burlas crueles y eso se ganó la amistad de Jared para siempre. Cuando lo conocí me percaté inmediatamente que ambos eran leales el uno al otro y completamente unidos, hacían todo juntos hasta que llegué yo. Sé que por una parte Jared se molestó de que yo me haya robado un poco de su mejor amigo, pero por otra estaba alegre de que Mick tuviera a alguien más a su lado para superar está prueba tan difícil. Y últimamente como Mick había pasado mucho tiempo en el hospital Jared y yo comenzábamos a vernos más seguido, los dos apoyando a alguien que nos importaba demasiado.

—¿Cuánto tiempo lleva dormido? —alzo mis ojos para encontrarme con el teléfono de Jared en mi cara, leo el mensaje dando un paso hacia atrás.

—No mucho, probablemente tardó unos quince minutos dormirse después de que le di su medicina.

Él asiente y baja su mirada hacia el teléfono tecleando una respuesta. —Bien. Gracias. ¿Ya llamaste a sus padres?

—Hablé con su mamá hace cinco minutos, estaba tan concentrada en tranquilizarla a ella que olvidé que probablemente tú también estabas buscándolo.

Una pequeña sonrisa se extiende en los labios de Jared provocando que un hoyuelo aparezca en su mejilla izquierda. Nunca antes lo había visto, debería sonreír más a menudo. —Todos lo estábamos buscando. Enloquecimos un poco cuando desapareció.

—¿Y no se les ocurrió buscarlo aquí primero? —Me doy la vuelta para sentarme en un sofá. Él duda un poco ya que el mueble es pequeño pero necesita sentarse cerca para mostrarme su teléfono por lo que con un leve encogimiento de hombros se sienta a mi lado descansando la parte derecha de su cuerpo contra mí.

—Kris fue la que dio la idea, en cuanto lo sugirió todos nos sentimos algo tontos. Era obvio que estaba contigo. Aquí pasa casi todo su tiempo libre.

Lo miro alzando una ceja. —¿Acaso eso que escucho son celos?

La sonrisa de Jared se amplía más y sus ojos se ven divertidos cuando teclea una respuesta. —Técnicamente habrías LEIDO celos si es que los hubiera. Ya sabes con eso de que no puedo hablar mostrar celos en forma de sonido no es mi fuerte.

Suelto una carcajada al leer su mensaje, y se siente bien, últimamente no he tenido mucho tiempo de reír. —Olvidas Jared que yo soy tan especial que puedo escucharte.

Su mirada cambia durante un segundo al escuchar mis palabras, hay algo en sus ojos ¿nostalgia? ¿Anhelo? O puede que simplemente no sea nada y yo comienzo a imaginar cosas pues en cuanto parpadeo su cara es la misma. —¿Escuchas voces en tu cabeza Alissa? Eso solo prueba que estás demente, y no estoy seguro de que me guste que mi mejor amigo salga con una chica demente.

—Tu mejor amigo ama a esta chica demente —digo y a continuación le saco la lengua lo que le saca otra risa silenciosa.

—¿Qué pasa con mi amor por la chica demente? —una voz surge desde la entrada a la sala y ambos alzamos nuestros ojos para encontrarnos con un Mick con cara de sueño y su gorro mal puesto. Mi corazón se acelera en cuanto lo veo.

—Jared cree que estoy tan loca que no te conviene enamorarte de mí.

Una pequeña sonrisa se pinta en los labios de mi novio y este mira a su mejor amigo. —¿Enserio Jar? Lamento decirte que llegaste un poco tarde porque ya estoy completamente perdido por esa chica de ahí. —me señala con su cabeza mientras se acerca a nosotros. —Y ahora mueve tu culo porque estás en mi lugar.

Jared le da una mirada burlona a su amigo y antes de levantarse se inclina a mí y me da un ligero beso en la mejilla. Los ojos de Mick se oscurecen un poco antes de lanzarse hasta donde está su amigo y darle un golpe en la cabeza con el dorso de su mano. —Cuidado Jared. Ella es mía, si quieres una mejilla bonita para besar vete a buscar a otro lado porque a Alissa, solo la pruebo yo.

Mick tiene el ceño ligeramente fruncido, pero sé que está bromeando, Jared es el único chico que podría jugar de esta forma conmigo sin terminar con algo amputado. Él no está interesado en mí de esa forma y yo tampoco por lo que cuando Mick se sienta a mi lado me relajo colocando mi cabeza en su hombro demostrándole que estoy donde se supone que debo de estar.

Jared hace un par de gestos con las manos comunicándose por medio de señas con Mick y él le responde de la misma forma, Mick y sus padres son los únicos que saben lo que Jared está diciendo cuando comienza a hablar con señas, regularmente mi novio me traduce pero al parecer esta conversación no tiene nada que ver conmigo o está tan concentrado en ella que olvidó que yo no los entiendo. Está bien, sé que me dirá más tarde. Me acurruco a su lado cerrando levemente mis ojos, adormilándome y como siempre sintiéndome totalmente segura cuando estoy a su lado.

Con un suspiro agotado cierro mis ojos.

Como siempre Mick, espero verte en mis sueños.