"El amor nunca muere. Nunca se va, no se desvanece durante todo el tiempo en que te aferres a él. El amor puede volverte inmortal." - Gayle Forman.
No había ido a ningún funeral desde el de mi papá cuando tenía nueve años. Pero recuerdo que era muy similar a este. El viento ondeando a través del cementerio, acariciando las lápidas como las suaves manos de una madre que arropa a sus hijos antes de dormir.
La gente a mí alrededor solloza, grita y se lamenta. ¡Era demasiado joven! Grita una mujer mayor a la que nunca había visto en mi vida, realmente ¿Cuántas de estas personas estuvieron para Mick incondicionalmente? Kris, sus padres, yo, Jared. Jared. Miro a mi izquierda y ahí está él sentado con la cara tan seria que parece una estatua más adornando el cementerio. Su mandíbula está tensa y sus manos están cerradas en puños, sé que intenta no llorar pero no es fácil. No es fácil para nadie, a mi otro lado está Kriss, sus sollozos son apagados y bajos intenta mantener su pena privada y yo estoy aquí fingiendo que escucho las palabras que el hombre recita frente a mí. Palabras que hablan sobre vida celestial y descanso. Palabras vacías, porque en realidad el mejor lugar donde él podría estar sería aquí conmigo, sentado a mi lado riéndose de mis malos chistes, sosteniendo mi mano o susurrándome palabras atrevidas al oído fingiendo que solo somos nosotros en el mundo. Pero no está y jamás volverá a estar conmigo.
Mis uñas se entierran en mis palmas y el aliento se atasca en mi garganta cuando otro sollozo empuja por salir, me niego a llorar ruidosamente, a compartir mi dolor como esa gente hipócrita que se lamenta sin realmente haberle dedicado tiempo en sus últimos meses. ¿Dónde estaban en esas comidas que hacíamos con su familia cada fin de semana? ¿Y cuando tuvo una recaída en el hospital y su madre y yo pasamos noches sin dormir por estar a su lado? ¿Dónde carajos estaban?
La furia acelera mi respiración y aplasta el dolor de la tristeza por un par de segundos, mi pecho quema y mis manos vueltas puños están listas para pelear. Estoy preparada para hacerlo. Una mano grande se posa sobre mi mano izquierda y lentamente la desdobla de su fuerte agarre. ¿Qué? Alzando mi vista veo a Jared mirándome seriamente, como si pudiera leer exactamente mis pensamientos e intentara frenar el caos que hay en mi interior. Muy lentamente mi furia se aplaca y el dolor regresa incluso más fuerte, haciendo que casi me doble en mi silla. ¿Cómo puede doler así? ¿Cómo se supone que sobreviva luego de esto? Aprieto la mano de Jared que aún no libera la mía y dejo que su fuerza nos sostenga a ambos por unos minutos.
El hombre vestido de negro cierra su cuadernillo de cuero y mira directamente a la madre de Mick. Mi corazón se hunde por ella y por su padre quien no ha levantado la mirada del suelo desde que llegó. Su mamá se pone lentamente de pie y cuadrando los hombros pasa al frente, mirando a la multitud comienza a decir algunas palabras de despedida a su único hijo. Me congelo, no quiero escucharla pero algunas frases entran por mis oídos y hacen que mi corazón se estremezca. En ese momento habla de la infancia de mi novio, cuando todavía era un niño de grandes ojos verdes curiosos y cabello castaño revuelto, cuando llegaba todo sucio a casa y el cómo Jared siempre estaba a su lado. El aludido se tensa a mi lado y por su mandíbula puedo ver que está apretando los dientes para no desmoronarse, aprieto su mano intentando darle el consuelo que él me dio momentos atrás. Quiero que sepa que si hay alguien en todo el lugar que puede escuchar su dolor interno soy yo, lo comprendo, sé por lo que pasa y sé que la cantidad de dolor jamás pasará.
Alzo la cabeza bruscamente cuando escucho mi nombre. La madre de Mick me observa fijamente con una sonrisa triste en sus labios. Mis ojos se abren desmesuradamente cuando me doy cuenta de qué es lo que me está pidiendo. Niego con la cabeza. No. De ninguna maldita manera. No voy a romperme frente a toda esta gente. No voy a despedirme de él hoy, o mañana o nunca. No puedo. Mi cuerpo empieza a temblar, a mi lado Kriss me da un ligero apretón en mi brazo y más allá el padre de Mick, quien alzó por primera vez su cabeza, me sonríe para darme ánimos. Estoy sola en esto, encerrada entre la espada y la pared, no puedo escapar.
Con un suspiro tembloroso me pongo de pie y camino al frente sintiendo los ojos de todos en mi espalda y el frío congelando mi mano ahora que Jared ya no la sostiene. ¿Qué voy a decirles? ¿Qué odio al destino por habérselo llevado antes? ¿Qué preferiría que todos los presentes estuvieran muertos si eso significara que él seguiría vivo? Tal vez puedo fingir un desmayo, o una convulsión. Casi puedo imaginar la reacción de Mick ante eso, me gritaría "cobarde" mientras se dobla de risa. Eso me hace sonreír suavemente, tal vez puedo decir algo más sencillo algo significativo.
Miro hacia un punto más allá de todos cuando comienzo a hablar con voz temblorosa. —Lo conocí una fría noche de diciembre en un bar de mala muerte... —relato nuestros dos mejores momentos y sus mejores frases para hacerme reír. Recito un poema que comienza con "No te pares frente a mi tumba y llores..." recordándole a todos que él permanecerá con nosotros para siempre, incluso en las cosas más pequeñas.
Todos asienten mientras regreso a mi lugar con la garganta cerrada y parpadeando las inevitables lágrimas que caen por mis ojos. Kriss pasa después, luego ella lee el discurso de Jared. Yo no escucho nada más. Me dedico a mirar el negro ataúd sombríamente deseando correr hacia él y meterme dentro para bajar a lo desconocido juntos. Pero eso no era lo que él quería. Nunca me prometió un para siempre a pesar de lo que sentíamos. Le prometí que si algo pasaba iba a continuar, aunque en este momento no tenía idea de cómo podría lograrlo.
Me despedí cada segundo de él, una y otra vez sin decir adiós realmente.
Hasta pronto Mick. A donde sea que vayas llevas mi corazón contigo.
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Enamorándote en Silencio
Romance¿Cómo enamorarías a alguien sin decirle ni una sola palabra? ¿Cómo podrías meterte bajo su piel solo con notas y mensajes con tu teléfono? Esa sería la principal preocupación de Jared si estuviera interesado en una chica cualquiera, pero Alissa no...