Creo que esto fue un error.
Empujo los cuerpos de la gente ebria en la pista de baile gruñendo cuando unos cuantos me dan pisotones fuertes en los pies en su intento de bailar mientras están hasta el culo de borrachos.
Ninguno me importa, yo estoy intentando llegar hasta una Alissa ebria que se ha metido en una pelea con una chica de corto vestido azul y extensiones de cabello. Sé que son extensiones porque Alissa ya tiene varias de ellas enredadas entre sus dedos y fuera de la cabeza de la chica. Internamente estoy frustrado, por no poderle gritar que se detenga, por no poder gritar todas las palabrotas que estoy pensando a la gente que inunda la pista y no me deja pasar.
A medida que me acerco a donde Lissa está peleando la multitud se encuentra más apretada, todos haciendo un círculo para poder ver el show, si no estuviera tan concentrado en llegar hasta la chica de cabello castaño que está peleando con todas sus fuerzas entonces me tomaría un par de minutos para asegurarme de mostrarles mi dedo medio a todos los que están ahí, imbéciles que buscan entretenimiento gratuito, después de mucho esfuerzo y empujones logro llegar hasta mi objetivo. Tomándola por la cintura la alzo con fuerza apartándola de la otra chica que solo se encuentra hecha un ovillo en el suelo, su maquillaje está corrido y puedo ver que ha perdido algunas de sus uñas de plástico.
Alissa pelea contra mi agarre pero cuando se da cuenta de que soy yo, se relaja y deja que la arrastre fuera de la multitud y del bar al que decidimos salir esta noche. El viento frío nocturno nos golpea cuando salimos por la puerta principal, Lissa se estremece en mis brazos pero no dice nada sus ojos miran fijamente el suelo y sé que se siente culpable, eso o probablemente está demasiado ebria como para alzar su cabeza.
Suspiro algo frustrado cuando ella se libera de mis brazos y se dirige a una pared al lado de la puerta principal, coloca su frente contra ella y sus delgados hombros se sacuden, está llorando. Mi propósito era hacerla sonreír y ahora está malditamente llorando. Lentamente me acerco hasta dónde está y coloco una mano sobre su hombro.
—¿Estás bien?
Sacude su cabeza en cuanto lee el mensaje y yo me siento como un idiota. Duh imbécil obviamente no está bien.
—¿Quieres ir a casa?
Un asentimiento.
—¿Tengo que tomar tu silencio como que estás intentando robarme el puesto?
Después de leer ríe, una pequeña risita brota de sus labios y yo me siento todo cálido de nuevo. De verdad que me gusta hacerla sonreír. Sorbiendo su nariz se da la vuelta e intenta enfocar su mirada de chica borracha en mí. —Llévame a casa Jared.
La tomo entre mis brazos para dirigirnos al auto.
Tomo su mano cuando la ayudo a entrar al auto.
Tomo su mano cuando enciendo el auto.
Simplemente. No. Puedo. Dejar. De. Tocarla.
Sus dedos están fríos por la brisa nocturna e intento darle algo de calor. Sí claro eso es lo que hago.
Mientras voy manejando me esfuerzo por no mirarla, pero maldita sea si no lo hago, en cada semáforo, cada parada, mis ojos vuelan hasta ella quien está dibujando figuras imaginarias en la ventana. Se ven tan perdida y extrañamente yo quiero ser quien la ayude a encontrarse de nuevo. Gimo frustrado por este estúpido sentimiento y al mismo tiempo mi acompañante gime colocando su cabeza contra la ventana.
—Detén el auto —dice colocando una mano sobre su boca y es cuando sé lo que está por venir. Apresuradamente freno al lado de una acera y Alissa sale desesperada apenas llegando hasta un poste cercano antes de vaciar todo el contenido dentro de su estómago. Inmediatamente estoy detrás de ella tomando su cabello para que no se ensucie aunque ya es un poco tarde para su ropa y... mis pantalones también.
Se queda dormida en el camino, sus parpados caídos, su boca algo abierta dejando salir un ligero ronquido, mirando de reojo incluso puedo ver algo de baba en la comisura de su boca y eso me hace sonreír. Decido llevarla a mi apartamento, en su casa estará completamente sola y no quiero que lo esté cuando se despierte con la mayor resaca de su vida. Me regaño mentalmente de nuevo mientras subo las escaleras entre tropezones con ella en mis brazos. Llevamos poco más de una semana saliendo a diferentes lugares, intentando hacer que se distraiga y aunque esta fue su idea, me arrepiento de haber cedido. Estará arrepentida cuando se despierte y se culpará, por eso quiero tenerla cerca, cuando se culpa de algo regularmente se declara el apocalipsis en su interior.
Después de un momento peleando por quitar su ropa sucia, la recuesto debajo de mis mantas y contemplo mi trabajo. Su pecho sube y baja suavemente y realmente trato de no pensar que debajo solo está en su ropa interior de lunares blancos con un fondo azul. Realmente intenté no mirar, pero no soy jodidamente perfecto y lo que vi seguro aparecerá en mis sueños durante varias noches, semanas incluso. Suspirando me quito mis propios pantalones sucios y me pongo unos para dormir. Tomo una almohada para dirigirme al sofá de mi sala y evito mirarla otra vez, porque sé que si lo hago le tomaré una foto con mi teléfono para verla cada maldito día.
—¿Jared? —su murmullo apagado me detiene cuando estoy en el umbral de la puerta. Giro mi cabeza y la veo estirando una mano al lado opuesto de donde estoy yo. —¿Jared? —repite de nuevo con su maravillosa voz adormilada y yo me muero por contestarle. Por decirle en voz alta que estoy ahí, que no me he marchado. Pero no puedo.
Camino hasta donde su pequeña mano se estira y coloco la mía sobre la suya apretando sus dedos fríos ligeramente. Sus ojos están cerrados y su boca se mueve como si siguiera hablando. ¿Estará soñando conmigo? —Jared, no te vayas. —dice con voz más clara y sé que estoy perdido. Aunque no pueda verme sacudo la cabeza y la empujo suavemente para recostarme sobre las mantas a su lado. Ella pasa un brazo sobre mi pecho y se acurruca a mi costado suspirando aliviada y durmiendo profundamente de nuevo. Miro el techo intentando no pensar, dejar mi mente en blanco y no pensar en lo que jodidamente estoy haciendo y el cómo esto se está sintiendo. Su brazo sobre mi pecho. Su cuerpo contra el mío. Su respiración calentando mi hombro. No pienso en ello, pero lo siento y esto comienza a darme miedo.
Intentando apartar el hecho de que pasaré una noche completa con ella a mi lado comienzo a cantar en mi mente una canción que escuché más temprano y que definitivamente no tiene nada que ver con ella. Creo.
Amar puede curar, amar puede remendar tu alma, y es la única cosa que nos llevamos cuando morimos. Juro que será más fácil, recuérdalo con cada pedazo de ti, Así que puedes guardarme en el bolsillo de tus vaqueros rasgados, abrazarme hasta que nuestras miradas se encuentren, nunca estarás sola. Y si me haces daño, bueno, está bien cariño, las palabras sangran únicamente dentro de estas páginas, solo abrázame, y nunca te dejaré ir.
Photograph — Ed Sheeran
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Enamorándote en Silencio
Romance¿Cómo enamorarías a alguien sin decirle ni una sola palabra? ¿Cómo podrías meterte bajo su piel solo con notas y mensajes con tu teléfono? Esa sería la principal preocupación de Jared si estuviera interesado en una chica cualquiera, pero Alissa no...