Diario de Alissa - 48º Entrada

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Querido Mick:

Han pasado muchos días desde la última vez que te escribí, pero sentía como si todas esas ganas de contarte mis pensamientos se hubieran perdido en algún lugar, como si alguien las hubiera robado y ahora milagrosamente las dejaron de nuevo frente a mi puerta y han regresado tan fuertes como antes.

¿Alguna vez pensaste en las sonrisas? ¿Qué tan importantes son en nuestra vida?

Te puedes enamorar de una sonrisa.

Puedes ser feliz al provocar una sonrisa.

Puedes hacer feliz a alguien con una sonrisa.

¿Amabas verme sonreír? No recuerdo si alguna vez me lo dijiste, pero yo si amaba ver tu sonrisa. Tú sonrisa al despertar. O antes de dormir. Me hubiera gustado saber si tú amabas verme sonreír.

¿Es tan malo sentirme especial porque alguien quiera verme sonreír?

¿Te molestaría?

Porque Mick... puedo jurar que mi corazón se estremeció un poco cuando lo dijo. Y eso pasó hace semanas, ese día del incidente. Y no puedo dejar de pensar en ello, no cuando sonrío. No cuando LE sonrío. Me hace querer tener una estúpida sonrisa en mi rostro cada segundo si eso lo hace tan feliz.

No es malo querer ver feliz a tu amigo... ¿Verdad?


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