XLII

767 132 6
                                    

— Jane despierta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Jane despierta...

— Vamos amor, despierta...

— Jane...

Todo se escuchaba tan lejano y mi cabeza dolía. Hubiera querido seguir dormida y resguardarme en lo más profundo de mis pensamientos.

Pero prometí algo y mi palabra es mi ley. Prometí cuidar al hijo de Helen, promete cuidarlo como si fuera mi hijo.

Abrí los ojos viendo nuevamente esa mirada celeste, eran tan iguales que aveces no podía diferenciarlo.

Me aparte de Drácula y él me vio con extrañeza.

— ¿estás bien?—preguntó Hada a mi lado— ¿nos recuerdas?

Recordaba todo, toda la vida tan cruel que vivía.

— ¿en donde esta mi hijo?—pregunte a todos.

— Jane, tu no tiene- — detuve a Drácula.

— Es mi hijo— dije casi al borde de las lágrimas— no vino de mí pero lo cuidare como su madre hubiese querido ¡¿en donde está mi hijo?!

Drácula retrocedió y salio de la habitación apresurado.

— Jane tienes que calmarte y contarnos de que hablas— pidió Hada a mi lado.

El doctor entro detrás de ella.

— que bueno que despertaste— dijo empezando a revisar mi cabeza.— tuve que ponerte puntos.

— Doctor ¿en donde está el bebe?—pregunte.

Él se alejo de mí.

— no estaba en los cuneros, revisamos las cámaras y observamos que fue el tipo que se lo llevo, te pego demasiado fuerte

Tengo que encontrarlo.

Me intente levantar pero el doctor negó.

— esta noche o lo que queda de ella la pasaras en observación, por favor no te muevas.

— gracias doctor— agradeció Hada.

Hada se acomodo más tomando mi mano.

— ¿estas molesta con Drácula?—preguntó y yo negué— te alejaste de él con miedo.

Suspire acomodando mi espalda en el respaldo de la cama.

— sus ojos me recuerdan a Lowell.— confesé. 

Ella sonrió.

— lo sé, aveces Drácula me lo recuerda.

La mire.

— Creo que Lowell te supero— ella rio.

— eso me hace tan feliz.

La puerta volvió a abrirse. Drácula entro y me observo con preocupación.

Le extendí mi mano.

— Creí que habías perdido la memoria— dijo pasando sus manos por su cabello con frustración.

— no podría olvidarte— le extendí mi mano— te amo.

Drácula sonrió y se acerco a mí besando mi coronilla.

— Lo buscaremos...— dijo Drácula— Lowell no te hará daño.

— no me importa Lowell ahora, solo quiero a mi hijo— Drácula volvió a alejarse de mí.

— ¿que hijo?

Tome aire y empece.

— Helen tuvo un hijo con Lowell— ambos se sorprendieron— Helen me pidió que lo cuidara y evitara que Lowell lo tuviera, sin embargo el entro al hospital y se lo llevo... Drácula— tome su mano— es la oportunidad que deseamos, no tendrá mi sangre pero si la de un Collins, yo quede enamorada de ese niño, no quiero que lo lastime, por favor ayúdame a buscarlo.

Drácula me vio con pesadez.

— es su hijo, Jane...— dijo— no pued-

— ¡lo lastimara! ¡ese niño no tendrá una vida a su lado!—grite.

— no necesitamos a un hijo para ser felices.— agrego negando. 

— vete— lance, su mirada se poso en la mía viéndome con tristeza y cuando intento negar volví a gritar— ¡vete!

Drácula soltó mi mano y salio de la habitación, Hada por el contrario se acerco a mí para abrazarme.

— yo sé que no será feliz a su lado, yo podre cuidarlo. Hada compréndeme— pedí— yo solo quiero...

— te comprendo Jane— dijo acariciando mi espalda— te comprendo bien.

— si Helen me lo entrego, deseo cumplir mi promesa, no será mi hijo pero prometo cuidarlo, protegerlo de Lowell, contarle de su verdadera madre y si él en un futuro me lo permite, ser quien considere su madre...— musite siendo ella la única que me escuchara. 

— lo recuperaremos...


La Esposa de Drácula |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora