Tres almas huyen del pasado para vivir, para no morir.
Sus almas reencarnar volviendo a encontrarse, la tragedia no los deja y el amor que ambos se tienen tampoco, el pasado ataca de la manera más cruel buscando acabar con sus almas y con sus seres...
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— no comprendo como no tienen vergüenza de aparecer aquí luego de años— dijo Hada molesta.
— ¿quienes son?—preguntó Salome cargando a su hija. Todos habíamos dormido y amanecido más temprano de lo normal, supongo que ninguno pudo dormir.
Descanse con Salome, me encargue de cuidarla y sanar las heridas que se hizo, sin darme cuenta me quede dormida pero ahora la veía y sonreía.
Ella ya lucia mejor luego de haber comido.
— Los culpables de la muerte de Jade— Salome me vio, ella sabia la historia después de todo.
— ¿estas bien?—me preguntó.
Todos me vieron esperando que hablara.
— lo estoy...— mentí.
Ver a la chica y ver como él la veía, como se quedo estático al verla, la chica era linda y más que yo, era como ver a una barbie viva.
— ¿Jane?— me llamo Hada.
— ¿si?
— seria bueno que saliéramos
— no quiero— me negué.
— las invitaciones de tu boda...
— yo la acompa-
— no— interrumpí a Drácula, desde ayer no quiero hablar con él.— subiré por unas cosas y luego iremos con Erick.
— esta bien, te espero— dijo Hada.
— yo también quiero ir— dijo Salome haciendo un puchero.
— Solo busca algo para cubrirte— dije a Salome.
Subí a la habitación y entre cambiándome de inmediato, al salir del baño lo vi parado en la puerta evitando que pasara.
— ¿pasa algo?— preguntó.
Pasaba de todo, en mi vida pasaba de todo, menos cosas buenas, aparecen vampiros, criminales, porque demonios no aparece una lampara con un genio que cumpla deseos.
— ¿que debería de pasar?—respondí con otra pregunta.
— no lo sé...— camino hacia mí, antes de que llegara lo esquive caminando a la puerta.
Intente tomar la perilla de la puerta pero sus brazos me rodearon pegándome a su pecho.
— ahora no— dije intentando zafarme.
— Es por ella ¿verdad?— preguntó en mi odio.
— dime... ¿es idéntica?
— demasiado...— intente volver a zafarme de su agarre pero solo me sostuvo más fuerte y me giro haciendo que lo viera.
