Tres almas huyen del pasado para vivir, para no morir.
Sus almas reencarnar volviendo a encontrarse, la tragedia no los deja y el amor que ambos se tienen tampoco, el pasado ataca de la manera más cruel buscando acabar con sus almas y con sus seres...
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2 semanas más tarde...
— claro que si, ya mañana podrás ir a casa y ver a tus hermanos— dije a Alejandro, había acabado su gelatina y jugaba con el carrito de juguete que su madre le había traído.
— no sabes cuanta falta me hacen, aveces me siento muy solito.
— y eso cambiara, ademas en cuento pueda estoy aquí— dije sonriéndole.
— gracias señorita Jane.
— bueno, me retiro— dije saliendo de la habitación.
Volví al pasillo y mire la hora, yo iría a recoger a mi tío al aeropuerto con Drácula, él decidió pasar la navidad con nosotros y no podría estar más feliz, mi tío Harry es importante y lo aprecio demasiado.
— por dios, hace un frio afuera— dijo una mujer entrando, era la doctora Soler, lamentaba que ella tuviera que pasar la navidad aquí y no en su casa con su familia... Aunque, Darlys y el esposo de la doctora Soler también la pasarían aquí.
— doctora, la señora Mills ha venido y se encuentra en su consultorio— dije al verla llegar— lleva quince minutos esperándola.
— oh por dios, esta señora me exaspera demasiado, debe de entender que no la puedo chequear cada día, su parto apunta a ser natural y faltan tres meses.— dijo apresurándose a llegar a su consultorio.
Yo la seguí hasta llegar y al abrir su consultorio observe a la señora Mills ver por la ventana.
— buenas tardes futura mamá ¿toca cita?— preguntó la doctora.
La mujer la miro apenada.
— lo lamento doctora, pero es que me preocupa, usted sabe...
Oh si, la señora Mills ha llevado un tratamiento para poder concebir a ese bebé, poniéndome en su lugar es comprensible.
— y el que te preocupes de más está mal, no puedes seguir así, ten fe en que todo saldrá bien— dijo la Doctora Soler tomando su mano y apretándola ligeramente.
Mi alarma sonó y sobresalte a las dos señoras.
— que tengas una linda navidad, Jane— dijo la doctora.
— igualmente— dije a ambas saliendo del consultorio.
Camine a los casilleros y como todos los días, me encontré con Ben.
— hola— salude abriendo mi casillero.
— hola, Jane ¿acompañaras a las chicas?
Sucede que cuando no habla como un loco, es un chico demasiado simpático.
— no, la pasare con mi familia esta noche ¿y tú?
— digamos que... La pasare con mi familia, igual — lo mire de reojo observando su mirada perdida, como siempre, como si se quedaba estancado en una parte de su mente.
