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— ¡no lo hagas!— grito Iris entre risas mientras Kendal intentaba lanzarla a la piscina

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— ¡no lo hagas!— grito Iris entre risas mientras Kendal intentaba lanzarla a la piscina.

— ¡al agua!— grito Kendal lanzándole.

Reí mientras movía mis pies en el agua, no quería y no sabía nadar,  por eso Kendal no me molestaba.

Luego fue turno de Fredy de lanzar a Kendal, mire hacia la puerta y observe a Darios salir, Gadiel seguía adentro.

Darios se sentó a mi lado y me imito, mire a Iris y sonreí al ver su rostro sonrojado observando a Darios, no esta de mal saber que mi amigo tenia un físico muy atractivo.

— la convertirás en un tomate andante con tanto sonrojo— comente.

— ¿de que hablas?— preguntó acercándose más a mí.

— de Iris— él la miro jugar con Fredy y Kendal

— no me llama la atención.

— es linda, date una oportunidad.

— si deseo una oportunidad seria contigo— negué y ladee la cabeza en su dirección.

— amo a Gadiel.

— auch— imito el dolor—  odio que seas tan directa.

— es mejor así.

La puerta se abrió, Gadiel caminaba hacia nosotros con la mano entre los bolsillos de su pantaloneta, cargaba una camisa de manga larga color negra, unos lentes de sol y además una gorra.

— es un demente— susurro Darios entrando al agua y colocándose delante de mí— vamos— me extendió sus manos con intención de que entrara al agua con él pero antes de poder tomarlas Iris lo jalo para atrás.

Aparte mis manos y reí al ver la actitud tan juguetona de Iris.

— ¿no sabes nadar?— preguntó Gadiel sentándose junto a mí.

— no— él se quito la gorra y los lentes subiendo las mangas de su camisa.—¿estas bien?

— el sol aquí es más fuerte de lo normal— me enseño sus piernas mostrándome su piel roja.

— deberías quedarte adentro— dije preocupada.

— no, no quiero dejarte sola aquí sentada.

— estoy acompañada— dije señalando a los demás.

— demasiado— Darios miraba en nuestra dirección fingiendo jugar, su disimulación era bastante mala.

— le e dejado en claro que te amo, verás que pronto se apartara— tome ligeramente su rostro dejando un pequeño beso.

— ¡hey! ¡hace demasiado calor! ¡Al menos quítese la camisa profesor!— grito Fredy coqueto recibiendo un codazo de Kendal.

La Esposa de Drácula |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora