Tres almas huyen del pasado para vivir, para no morir.
Sus almas reencarnar volviendo a encontrarse, la tragedia no los deja y el amor que ambos se tienen tampoco, el pasado ataca de la manera más cruel buscando acabar con sus almas y con sus seres...
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— te ves hermosa— dije acariciando su estomago, ella lucia un hermoso vestido celeste, ahora lucia como una madre hermosa.
— lo sé— dijo sentándose con dificultad.
— ¿como esta Santiago?
—preparando las maletas para el viaje.—me reincorpore en el sillón.
— ¿nos acompañaras?
— no estaba en mis planes viajar a Transilvania pero no quiero dejar a mi esposo solo.
— entiendo.
— ¿y tú y Gadiel cuando empezaran los preparativos de la boda?
— Cuando me gradué, luego empezaremos los preparativos.
— No olvides que te ayudare en todo.
— necesitare tu ayuda obviamente, pero lo haremos con calma, puede que antes de casarme la bebé ya este con nosotros.
— solo un mes más...
— un mes pasa demasiado rápido.
— eso creo.
— volví— Santiago entro por la puerta.
— mi amor— Antes de que Salome se levantara Santiago se apresuro a llegar a ella y dejo un pequeño beso en sus labios, supongo que para no incomodarme.
— ¿como están?— preguntó tocando el estomago de su mujer.
— muy bien, aunque a estado dando pequeñas pataditas.
— sera una bebé inquieta— agrego santiago
— no me sorprendería con sus padres— dije, me levante.—bueno, yo iré arriba.
— Gadiel aún no a llegado—dijo Santiago.
— ¿no venia contigo?
— no, sé quedo afuera leyendo unas cartas...—suspire.
— no entiendo cual es la urgencia de ir a Transilvania.
— supongo que muy grave para solicitarnos.
— ¿estas listo?— negó.
— tengo tiempo aún.
— ¿tiempo aún?
— solo te queda una semana ¿acaso no piensas ir al viaje que organizo Kendal?
— no quiero descuidar a Salome.
— ya te dije que mi padre vendrá a cuidarme—inquirió Salome.
— prefiero hacerlo yo.
— bueno, entonces me voy— dije despidiéndome, salí de su departamento y llegue al que comparto con Gadiel, es de el literalmente.
