XIV

1.4K 168 7
                                    

— por favor sean pacientes, la chica entro en buenas condiciones y apunta a ser un parto natural—dijo la enfermera retirándose

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— por favor sean pacientes, la chica entro en buenas condiciones y apunta a ser un parto natural—dijo la enfermera retirándose.

— estupideces—dije—quiero saber como esta Salome.

—Jane, no seas tan impaciente—me regaño Hada—esto suele tardar y más cuando es natural.

— deberías ir afuera a esperar a Santiago—dijo Gadiel recargado en la pared.

—eso haré—dije empezando a caminar a la salida, Santiago tonto, estaba tardando demasiado.

Cruce el pasillo viendo como entraban a una chica.

— rápido, alisten el- —no seguí escuchando.

— demonios—alguien choco conmigo haciéndome retroceder.

— por dios eso dolió—dije sobando mi hombro.

—lo lamento tanto, no me di cuenta—dijo una chica de cabello rojo, pero este no era natural ¿como lo sé? Mi prima si lo es.

— no te preocupes—dije observando el pasillo por donde se fue la chica.

— ¿estas bien?—me preguntó.

—si... perdón, en parte fue mi culpa al ver a la chica—señale el pasillo.

—oh si... Trágico accidente, la chica fue encontrado en un callejón de la ciudad, tiene heridas por todo el cuerpo, con suerte vivirá.

— Si es fuerte lo hará, llego hasta aquí y no puede rendirse.

— Lo sé, Jade Monsayd—amplíe los ojos al escuchar su nombre.

—¿así se llama?—pregunte un tanto nerviosa.

—si, estaba en su identificación.

Mierda.... Él ya está aquí.

— un gusto conocerla—dije rodeándola para seguir el camino al que iba.

Llegue a la salida y observe como llovía, adentro no se escuchaba nada. Un auto blanco se estaciono cerca, de ellos bajaron los dos que faltaban.

— ¿ Y salome?—preguntó Santiago al llegar a mí.

— En sala de parto, segundo nivel a la derecha—dije, él se fue corriendo mientras William llegaba a mí con tranquilidad.

— esa cara... ¿sucede algo?—trague fuerte.

— él ya está aquí— la sonrisa de William desapareció dejando solo confusión en su rostro. 

— ¿él?

— Lowell.

— Lo imagine...—se acerco a mí pasando un brazo al rededor de mis hombros— no temas Jane, haremos todo lo que este en nuestras manos para que no se acerque a nuestra familia.

La Esposa de Drácula |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora