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❲🇩🇪❳❝ αℓємαηíα ❞❲🇩🇪❳

Apenas había terminado de prepararme salí de mi habitación en aquella cabaña para recordar al apenas salir que debía hablar con corea del norte sobre el asunto de que mi madre desea conocerle.

Solo espero no le moleste aunque no tengo la menor idea de porque mi madre desea conocer a corea del norte y además de eso tener una conversación.

Esto me parece extraño.

«Supongo que es únicamente curiosidad.»

Pensé mientras miraba a mi alrededor notando que no encontraba cerca el nombrado Northcoreno así que tal vez debería a comenzar a buscarle.

Comencé a caminar por alrededor de la enfermería preguntándome si estaría por ahí cerca pero fue en vano ya que no se encontraba ahí.

—tanto caminar por nada...

Baje la cabeza soltando un suspiro recordado el tema de que podía llamarle así que enseguida saque mi celular para llamarle pero recordé que no tengo su número para hacerlo.

— Tal vez debí pedirlo antes.

Lleve mi izquierda a mi frente mientras guardaba mi celular nuevamente para posteriormente acomodar mis anteojos.

Para comenzar a caminar directamente a la cafetería con la esperanza de verle por ahí ya que después de todo era mi última esperanza a menos que estuviera en una cabaña o en otra parte.

«Espero se encuentre en verdad ahí, si no me castigarán.»

Al lograr ver aquella enorme cabaña un tanto parecida al resto logré adivinar que se trataba mi lugar de destino pero a la vez que darme la vuelta he irme a la cabaña a descansar.

Pero por otra parte sabía cómo reaccionaria mi mütter de solo saber que prefiero huir de mis propios problemas como vil cobarde.

Suspire para comenzar a dar unos pasos a la entrada de la misma mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas para poderle decir que corea del norte no se encontraba en ninguna parte.

Pero a la vez sonaba como algo imposible sabiendo como podría reaccionar cosa que únicamente me daba un tanto de nervios de solo verle molesta.

«Sera complicado.»

Finalmente abrí la puerta para ingresar a la gran cafetería y ver a varios países en su mayoría como de costumbre: asiáticos y europeos que se notaban está vez en mejor estado comparado con la primera noche donde la mayoría estaba de mal humor.

En especial el francés que está vez no lucía con la intención de lanzarle una almohada al venezolano: eso es un gran y enorme avance, creo.

De entre las palabras del resto logré ver a quien buscaba todo este tiempo en un lugar sentado a lado del surcoreano así que me acerque rápidamente a aquella dirección.

— Pensé que estabas en la enfermería.

Comenzó a decir el coreano quien levantaba la vista de su libro y me miraba con la misma expresión de siempre pero un tanto diferente.

— Si bueno fui y estoy perfectamente.— Menti.— pero ahora eso no importa.

Note que se comenzaba a confundir en mis palabras de hecho yo también estoy comenzado a confundirme en lo que digo.

— ¿Sucede algo?

Pregunto mientras dejaba sobre la mesa el libro mientras yo miraba de reojo al otro coreano quien estaba más concentrado en escuchar música así que no escuchaba nuestra conversación, supongo.

— Algo así.— Suspire y asentí.— Mi madre desea conocerte.

Finalmente pude decir sin darle más rodeos a mis palabras.

Para ver cómo esté fruncía sus labios y desviaba su mirada pensado seriamente en lo que diría.

Aquella misma acción la mantuvo unos cuantos segundos en los cuales comenzaba arrepentirme de ver dicho aquellas palabras.

— También deseo conocerle.— Contesto volviendo su vista a mi.— Sería interesante conocer a otro alemán.

Aquellas palabras hicieron  que me quedara atónito para parpadear varias veces demasiado rápido y tomarle de los hombros.

— En serio te agradezco esto.

Sonríe notando que estamos demasiado cerca casi chocando rostro con pero había una distancia que nos separaba Claramente se trataba de la mesa.

En mi pecho podia comenzar a sentir que se me aceleraba un poco el corazón supongo que se trataba por la adrenalina del momento y a la ansiedad así que no le tome relevancia alguna, pero si al hecho de que mis mejillas comenzaban a arder nuevamente.

— De nuevo tienes fiebre.

Comento el northcoreno mientras me miraba al rostro, me separé rápidamente para rápidamente cubrir mis mejillas con mis manos como si eso pudiera cubrirlo.

— Para nada solo son nervios.

Comenté sintiéndome como lo había dicho:nervioso.

Sentía que mis manos temblaban incluso mi propia respiración lo hacía casi rozando al punto de no permitirme respirar con normalidad por fortuna no se notaba en mis palabras.

— ¿Estás completamente seguro?— comenzó a decir.— por qué creo que es...

Le interrumpí rápidamente como si estuviera casi a punto de decir una palabra prohibida frente a una persona importante.

— Mejor vayamos con mi mütter creo que se molestará de no vernos.

Sin Sonrisas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora