Sin Sonrisas

22

Verlos a ambos sonrientes con una envidiable alegría me hacía sentir más inseguro, después de todo Corea del Norte era mi hermano debería de estar conmigo.

No debía de molestarse cuando lo abrazara o siquiera debía verme con esa misma mirada con la que observa al alemán.

No entiendo está diferencia de tratos incluso estados unidos ya no me miraba de la misma manera que antes, incluso ya no me cuenta nada de lo que ocurre todo siempre es contado a esos tercermundistas.

Observe el suelo viendo fotos tiradas en el suelo en la cual aparecía tanto como con mi hermano, así como también con las grandes potencias actuales.

Me había esforzado tanto para conseguir la cima solo para compartirlo con mi hermano que ahora estar en este lugar tan solitario se sentía más vacío de lo parecía.

— ¿Que debería hacer ahora?

Me senté en el borde de la cama para luego ver el paisaje nevado que se lograba observar en la ventana de la cabaña.

Ambos debíamos estar juntos, unificar Corea para que nuestro padre vuelva a la vida ... También para que yo esté con mi hermano como uno solo.

Tome aquellas fotografías guardando en las carpetas para evitar que alguien pudiera observarlas, aunque bueno mi tranquilidad se vio interrumpida al ver ingresar sin previo aviso a la alemana.

— Deberías prepararte hoy todos regresarán a casa.

Anunciaba third Reich, en serio no era alguien que me agradará en lo más mínimo por su insoportable actitud de pensar que nadie podía llenar sus estándares de superioridad.

— Lo sé, ya tengo todo listo... Gracias por recordarme.

Respondí enseguida con una sonrisa en mis labios, al escuchar mi respuesta ella se marchó sin decir ninguna otra palabra.
Solo después de ya no verle más en la habitación fue cuando deje de sonreír a solo sentirme más vacío sin ver a mi hermano, era extraño este sentimiento, no lo había sentido desde la guerra de corea.

Me coloque de pie para dejar las carpetas con las fotografías en el interior de mi equipaje, tengo miedo de perderlo y que ya nunca más este a mi lado. Realmente me cuesta pensar que solo puedo ver a mi hermano una sola vez al año, y ese alemán que literalmente lo acaba de conocer, ¿podrá estar con él? Eso no sonaba nada bien, mucho menos con algo de coherencia.

Ese alemán ni nadie merece estar junto a mi hermano.

— hermano... No existe alguien más digno de estar a tu lado ni de observar tus ojos más que yo, solo debes estar conmigo. Serás feliz, nadie te vera o hará daño, matare a todos para que estemos juntos.

Recuerdo perfectamente aquel día que se lo dije a mi hermano poco después ante su negativa le arranqué el ojo, completamente cegado en mis celos.

Tal vez debería hacerlo nuevamente no quitarle un ojo, pero si demostrarle lo que soy capaz por estar a su lado, después de todo nuestro padre debe volver a la vida así la familia coreana será feliz, y no lose, en el futuro un nuevo integrante se una a la familia; una esposa para mi padre que sea digna, no como imperios japones.

Convencido me coloque de pie para tomar una maleta que contenía mi equipaje para caminar por el interior de la cabaña los integrantes de mi cabaña eran: third Reich, Francia, México y yo.

Realmente fue una sensación poco grata estar lado a alguien tercermundista, solo había un país latino que me agradaba y claramente ese era Colombia, por su apoyo en la guerra. De ahí, ninguno más me agradaba en lo más mínimo.