One Shots | Tokyo Revengers

Ken Ryuguji (Draken)

Advertencia: Contiene smut (+18)

| Jealousy |

—¿Me regalas una liga para el pelo? —preguntó Baji con su sonrisa característica.

—No, hace horas te di una, ¿donde está? —lo miraste alzando una ceja, subió sus hombros un poco.

—La perdí. ¡Carajo! Ya dame otra. —te agarro de la muñeca para sacar la que traías en ese lugar.

Se encontraban en una reunión de la Toman, solo que el pelinegro y tú no estaban en punto específico, mientras tu novio y los demás estaban escuchando lo que tenía que decir Mikey.

Al Baji estar vetado de las reuniones decidió dejarte no muy contento con tu mejor amigo, ya que igualmente estaba esperando a Chifuyu.

—Devuélvemela Keisuke. Por algo te di la otra, te la di cuando estábamos en la escuela, tienes que cuidar mejor las cosas. —trataste de agarrarla con tu otra mano pero él la alzó en donde no pudieras hacerlo.

—Si puedes quitármela te la devuelvo. —los dos se encontraban al final del templo, donde estaban todas las motos estacionadas completamente solos.

—Ya devuélvemela. —lanzaste una patada que el esquivó seguido se echó a correr para que no lo alcanzaras. —Hijo de perra, vas a ver. —corriste persiguiéndolo para poder quitarle la liga.

—¡No me vas a alcanzar! —él tenía mucha más condición física que tú, en lo que estaban corriendo de un lado a otro empezaron a bajar los miembros de la reunión.

Baji se paró de golpe al ver a su rubio amigo venir bajando por las escaleras haciendo que te chocaras contra su espalda. Te quejaste dándole un golpe mientras él se volteaba carcajeando.

—¿La quieres? Alcánzala —empezó a estirar su brazo, empezaste a saltar y estirarte para poder hacerlo, pero no lo lograbas. Todos los miembros se estaban yendo montándose en sus motos.

De un instante a otro agarro tus muñecas separando tus brazos y acercando su cabeza a tu oído, te paralizaste por lo que hizo. Él realmente era un chico muy atractivo.

—¿No quieres ponerlo celoso? No ha estado viendo desde que paramos de correr. —te dio un escalofrío de repente, sentiste todo el peso de su mirada en tu espalda.

La cercanía entre los dos te ponía nerviosa después de sentir la mirada del rubio trenzado, quisiste voltear a verlo, pero tu mejor amigo te detuvo endureciendo su agarre.

—No tendría porque ponerse celoso. —protestaste, el de ojos café te soltó para rodearte rápidamente en un abrazo. Sabias que no te iría bien después de esto.

—No, pero sigue sin dejar de vernos. —la mirada de tu novio te estaba taladrando la espalda, el de enfrente de tu se empezó a mover lentamente en círculos balanceándose. Cómo si estuvieran bailando como una pareja romántica.

—Yo no sé de verdad que es...

—______. —tu piel se erizo por la dureza de su voz, el que te estaba abrazando rió por lo bajo. —¿Nos vamos a casa? —te despegaste de Baji como pudiste para verlo, su cara era seria y sus ojos estaban violentamente oscurecidos. Asentiste repetidas veces para ir detrás de él.