One Shots | Tokyo Revengers

Takemichi Hanagaki

| My pace |

Viste como se arrodilló a unos metros de ti, estaba desesperado. Todos a su alrededor seguían en la lucha, recibiendo golpes y dándolos para poder acabar con todo esto de una vez.

Esquivaste un golpe, lanzaste un puñetazo en mejilla haciendo que se alejara, lo agarraste del cuello para después soltarle un cabezazo haciendo que cayera al suelo bastante afectado.

No podías prestarle atención al rubio teñido que seguía de rodillas. Te iría peor si lo veías, no dejaban de atacarte, les urgía ganar, así que golpeaban a cualquiera que se les cruzará del otro bando.

Tus ojos repasaron la situación, tampoco es como que te pudieras desconcentrar, tenias que actuar de manera rápida. Viste a los lados por si se te acercaba alguien más.

Te agachaste a un nivel en el que fueras difícil de detectar, viste alerta hacia todos lados, la gente podía llegar a ser muy escurridiza, te escabulliste para llegar al rubio teñido que se encontraba lleno de golpes y lágrimas en los ojos.

Todos eran tus amigos, te protegían más de lo debido, pero sabían que tenías la fuerza suficiente para defenderte sola. Corriste hacia tu amigo que se encontraba revolcado en el suelo.

—¡Takemichi! —él volteó a verte de inmediato. Sus ojos y labios empezaron a temblar, se veía desesperado, nervioso, intranquilo.

—Ya no sé qué hacer, no puedo con esto. —llegaste junto a él arrodillándote para verlo mejor.

—Primero que nada, necesitas levantarte y seguir peleando. —lo agarraste de su mano para levantarlo, pero el solo la apretó y se ancló a la tierra.

—No se que estoy haciendo aquí. —la voz del rubio se quebró. Tus ojos se enternecieron de la triste cara que portaba. Tus ojos se dirigieron a la sombra que se formó atrás de ti, estabas a punto de recibir un puñetazo.

—¡Takemichi! ¡No te quedes inmóvil! —Mitsuya le soltó otro en contraataque antes de que alcanzara a golpearte la otra persona. —¡Levántate! ¡Viniste a pelear!

El si pudo hacer que se levantara, lo protegió, le dio palabras de aliento, me paré junto con ellos, de repente el peliplateado desapareció de tu vista, también lograba escabullirse bien.

—Tengo miedo, no venceré a nadie. —todavía no estaba convencido de poder seguir adelante, pero al observarlo durante unos meses te diste cuenta que él actuaba diferente cuando estaba junto a ti.

—No hay nadie que no tenga miedo a la hora de pelear, compañero. —Chifuyu lo protegió de otro golpe que iba directo a él. —Solo tienes que recordar las motivaciones por la cual lo haces.

Su ojo derecho estaba con el parche por la reciente golpiza que le había dado el capitán de la primera división. Takemichi te volteó a ver después de que él subcapitán terminara de hablar, sus ojos te veían con tristeza y ternura.

Quitaste la mirada de él para prestar atención a la pelea, seguiste golpeando repetidas veces a la pandilla contraria. Como si agarrara fuerza empezó a lanzar puñetazos, correr, gritar animando a todos.

Todos se estaban cansando de la situación, se lamentaban porque no eran tan fuertes como Mikey o Draken, pero las palabras de aliento del rubio teñido les dieron ganas de seguir peleando y no dejarle la pelea a los más fuertes.

(...)

—Yo me quedo aquí, me haré responsable. —el chico de mechones rubios hablo a tus espaldas, lo volteaste a ver con los ojos llorosos. Tu mundo se había derrumbado en unas horas.