One Shots | Tokyo Revengers

Wakasa Imaushi

Advertencia: Contiene smut (+18)

| Secret |

—Creo que deberíamos salir de aquí, ya casi va a empezar la reunión, ¿no? —sujetaste de cada costado la chaqueta del chico.

—Si, pero puedo llegar tarde. —su mirada holgazana no cambiaba para nada, entre sus dedos traía un palillo color blanco, se lo llevó entre sus labios.

—Pero igual mi hermano va a preguntar donde demonios estamos y...

—Y por alguna razón tú no quieres que sepa. No lo entiendo, pero lo respeto. —te interrumpió, sus respiraciones eran irregulares, sus labios estaban bajando la hinchazón y rojez del momento. Su sesión de besos había estado muy bien.

—Si sabe que salgo con uno de sus amigos, o me mata a mi o te mata a ti. —te apuntaste para luego apuntarlo a él.

—Soy más fuerte que Benkei, aparte ya no eres una niña, tienes 24 años. —su lengua empezó a jugar con el objeto entre sus labios, te quedaste hipnotizada por el movimiento.

Se encontraban escondidos entre dos paredes, afuera de la zona en la que se llevaban a cabo las peleas donde apostaban por quien ganaría. Las paredes estaban estrechas, tanto que si te hacías un poco para enfrente estarías pegada completamente al torso de Wakasa.

Ese hombre te volvía loca en más de un sentido, a pesar de que su expresión estuviera siempre neutra ante todo. Aún así se las había ingeniado para robar tu corazón.

—Vamos, no sé si Senju vaya a aparecer. —te despertó de tu trance viendo sus labios, agarró una de tus manos para salir de ahí.

—Entonces tú entras primero y yo me voy a esperar un rato para que no sea sospechoso. —te volteó a ver de reojo, siguieron caminando agarrados de la mano hasta las escaleras.

—Sabes que Senju y Takeomi saben de nosotros, ¿verdad? —asentiste lentamente, no te molestaba que lo supieran mientras guardaran el secreto.

Se soltaron para que el entrara perezosamente hacia aquella puerta hermética que guardaba mucho secretos. Te sentaste a la espera del tiempo, cada vez se les hacía más difícil guardar su secreto.

—¿Qué tienes? Pensé que estarías con tu hermano y Waka allá adentro. —te volteaste a ver a la fémina. Ella te agradaba mucho, era como la hermana que nunca habías tenido.

—Estaba esperando un lapso para entrar y que Keizo no sospeche nada. —a veces se quejaba de no entender el mundo de los adultos, ya que no sabía precisamente porque eras tan cuidadosa de que tu hermano se enterara.

Te incorporaste siguiendo a la albina, ella abrió la puerta con total confianza. Antes de que empezara a hablar te escurriste por la zona hasta llegar a tus dos conocidos.

—Disculpen la demora, me encontraba con Senju. —susurraste, pero aún así te alcanzaron a oír. La chica empezó a dar un discurso, su voz resonaba por todo el lugar.

Al parecer tú mentira había cuadrado porque tu hermano no contestó restándole importancia al asunto. La bulla y las luces habían cambiado el ambiente.

(...)

Apretaste un poco tus piernas, tu cabeza estaba escondida entre tus brazos apoyada en la mesa. Las sensaciones del momento te abrumaban, estabas sudando.

Los directivos de Brahman se encontraban en la misma habitación, Keizo se encontraba dormitando, Senju tenía los pies arriba de la mesa recargada en su asiento con la cabeza para atrás, Draken se encontraba al otro lado de la mesa viendo a Takeomi, que estaba parado enfrente explicando diversas situaciones de las que tú no estabas enterada.