Kazutora Hanemiya

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Advertencia: Contiene smut (+18) / Sin protección.

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Te removiste en la cama, tus piernas se movían inquietas por más contacto, viste como se acercaba a ti, cuando apenas iban a hacer contacto abriste los ojos. Tu sueño se hacía acabado quedándote con ganas de más.

Tu mirada se dirigió hacia en frente, veías las suaves, elegantes y afiladas facciones de tu novio, la tranquilidad que se le veía al dormir era magnífica.

Él se volteó aún con los ojos cerrados, al estar cara a cara abrió los ojos lentamente, sus cabellos largos se desparramaban en cascada por su nariz, boca, cuello.

Sonrió, pasó su brazo izquierdo por abajo de tu cuerpo pegándote a él, se acomodó boca arriba en forma de que terminaras acostada en su pecho. Le diste un beso rápido en su mejilla, te apartaste para subirte a horcajadas de él.

Inclinaste tu torso al suyo, dejando una vista de tus pechos, con tus brazos te empujaste un poco para alcanzar sus labios por lo que sentiste su erección mañanera. Uniste sus labios algo lento y pausado.

Al alejarte te moviste de nuevo para rozar de nuevo sus zonas, él se tensó un poco, sonrió de manera corta. —Buenos días. —te agarró de la cintura, tú le devolviste la sonrisa.

Volviste a acercarte para darle otro beso, en lo que te inclinabas él se quedó observando tus senos que relucían ante su antebrazo mirada, el apretó un poco tu cintura por la fricción.

Al volver a tu lugar te arrastraste más para atrás con el fin de agarrar su erección, pero sus manos agarraron las tuyas deteniendo tu objetivo. —Tengo que ir a trabajar. —lo viste con ojos de impaciencia.

—Solo por esta vez. —hiciste un puchero mientras tratabas de zafarte de su agarre, el resopló dando una sonrisa aflojando sus manos.

—Está bien, le llamaré a Chifuyu. —te acomodaste por sus rodillas, él agarró su móvil, en lo que marcaba liberaste su miembro.

Acercaste tu cara teniendo ligeras respiraciones sobre él, apretó un poco su celular. —Mmm Chifuyu. —empezaste a masajear su erección, él te vio de manera desaprobadora.

¿Qué pasó, Tora? —pasaste tus finos dedos por su glande haciendo que se estremeciera y apretara sus labios.

—Ho- hoy no iré a la tienda de mascotas. —suspiro lo más silencioso que pudo.

¿Que tienes? —diste varios besos por su falo, te vio de reojo, cerró los ojos tratando de concentrarse.

—Detente. —susurro cubriendo la bocina del teléfono, lo viste de manera inocente. —Es que t- tengo fiebre. —recorriste su longitud con tu lengua, volvió a apretar los labios para no dejar escapar ningún sonido.

Está bien, Tora. Disfruta tu fiebre. —el azabache teñido de otro lado de la línea reprimió una risa y colgó.

—Mierda, hazlo de una buena vez. —fuiste pasando tu lengua por su glande, cuando terminaste de jugar lo metiste completamente a tu cavidad bucal. No pudo resistirse y agarró tu cabeza sin ejercer presión para que digieras haciendo lo tuyo.

Tu cabeza subía y bajaba moviendo tu lengua de diferentes formas para seguir complaciéndolo, de su boca salían gemidos sin pudor. Al sentir como tu boca hacía un buen trabajo enredo sus dedos en tu cabello para él seguir el ritmo.

Al sentir que ya se iba a venir jaló de tu cabello para separarse haciendo que un pequeño hilo de saliva saliera uniendo su miembro con tu lengua.

One Shots | Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora